El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, en la madrugada del miércoles 7 de julio, ha generado una masiva investigación en torno a las causas, autores y cronología de los hechos. Colombia no está exenta, ya que, acorde a la información suministrada por las autoridades haitianas, y que luego fue confirmada por el ministro de Defensa, Diego Molano, 26 de los 28 presuntos responsables serían colombianos.
“Era un grupo de comando de 28 atacantes, incluidos 26 colombianos. Interceptamos a 15 colombianos y a los dos estadounidenses de ascendencia haitiana. Tres colombianos murieron, cuatro fueron detenidos, mientras otros ocho están prófugos. Se recuperaron las armas y materiales utilizados por los matones”, anunció hace algunos días Leon Charles, director general de la Policía de Haití. La polémica creció luego de que se conociera que dentro de este grupo de implicados aparecen miembros retirados de las Fuerzas Militares de Colombia.
¿CÓMO LOS HABRÍAN RECLUTADO?
Con el pasar de las horas, salen a la luz nuevos hallazgos sobre el crimen que ha hecho eco por todo el mundo. Según un informe de los organismos de inteligencia colombianos, que fue conocido por SEMANA, los implicados habrían sido contactados por varias agencias de proyectos, como Futuro Global y A4SI Group Centroamérica, para desempeñar el rol de contratistas en Centroamérica, Dubaí, Afganistán, y África.
Acorde a las informaciones preliminares, este proceso de reclutamiento se dio por parte del capitán (r) Germán Alejandro Rivera García; el sargento viceprimero, Duberney Capador, y el soldado profesional (r) Manuel Antonio Grosso Guarín. Los militares retirados, que estuvieron interesados en participar, habrían sido reunidos a través de un grupo de WhatsApp nombrado ‘Esfuerzo Principal’, el cual fue creado por Capador -quien se hizo llamar en el chat como ‘Manuel Capador’ y que fuera asesinado en Haití después de los sucesos- con fecha del 27 de mayo de 2021.
En los intercambios de mensajes en el grupo, los cuales fueron revelado por Blu Radio, Capador aseguró: ”Señores, ustedes ya están seleccionados todos los que van hasta el momento tranquilos. Aún faltan más, estoy adelantando trabajo, estudio de seguridad, es que yo los conozco a todos y conozco sus capacidades”. Además, agregó que “yo ya estoy en el sitio hace casi un mes, esto va rápido y andando en el momento que se llamen tendrán máximo dos días para estar listo, prepárense sicológicamente, porque los vamos a necesitar muy rápido”.
En principio, según el mencionado documento, a los colombianos se les habría dicho que su propósito era “la seguridad de un presidente”, y que, a cambio, cada uno de ellos recibiría un pago de 2.700 dólares mensuales, lo que equivale a más de 10 millones de pesos. Además, parece que también viajaría un segundo grupo de militares retirados para “cuidar a un exmandatario”; no obstante, dicha contratación dependería de los resultados que entregaría el primer grupo.
Los familiares de algunos de los implicados precisaron que, durante las jornadas diurnas, los exmilitares llevaban a cabo trabajos físicos, y también recibían indicaciones en primeros auxilios y capacitaciones en inglés.
Tras los mensajes mensaje en el grupo de WhatsApp, los exintegrantes del Ejército respondieron y se mostraron dispuestos ante las dificultades económicas que muchos de ellos atravesaban tras el retiro; con el pasar de los minutos ingresaron más personas, estimando que en dicho chat estuvieron cerca de 500 en total.
“Si yo digo, yo soy fusilero, fusilero somos todos, pero si usted se desempeñó en acción directa, combate cercano, en reconocimiento especial, es tirador de alta precisión, es puntero, contrapuntero, rastreador, es experto en inteligencia, ha estado en vigilancia y seguimiento, eso es lo que yo necesito que pongan ahí, sus especialidades”, concluyó Capador en el grupo de la aplicación de mensajería.
Los ex miembros de las Fuerzas Militares viajarían con 33 días de antelación al homicidio de Jovenel Moise, por lo que se presume que en ese lapso de tiempo se habrían podido adelantar todas las labores de coordinación.
LO QUE DICEN LOS INVOLUCRADOS Y FAMILIARES:
A través de diversos medios de comunicación, los familiares de los colombianos implicados han manifestado que sus seres queridos son inocentes, y que fueron víctimas de una conspiración. Adicionalmente, alegan que estos fueron contratados por empresas legalmente constituidas y que el fin era trabajar como elemento de seguridad privada para proteger a una persona importante en Haití.
De igual modo, según el testimonio de un soldado profesional retirado, que haría parte de la misión, este se quedó con “las maletas listas” antes de viajar a Haití: “Me dijo [Capador] que estuviera por ahí pendiente porque había un trabajo en el exterior, en Centroamérica, y que estuviera pendiente, que sacara el pasaporte que de pronto lo necesitaba y que en cualquier momento me llamaba para ser requerido”, expresó en declaraciones recogidas por Noticias Caracol.
El militar retirado precisa que, desde un principio, el propósito era cumplir un trabajo en seguridad urbana: “Nosotros vamos a resguardar, vamos a hacer la seguridad del presidente de Haití, más otras partes que necesitaban custodiar con ciertos soldados de acá especiales, colombianos, contratados por el gobierno de Haití”.
Sin embargo, por cuestiones del destino, el hombre no alcanzó a tener listo su pasaporte a raíz de las demoras por la pandemia, y se quedó fuera del primer grupo que viajaría a la nación centroamericana, el cual sería señalado de participar en el homicidio del mandatario.
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