El reloj marcaba las 19:00 horas y los participantes comenzaron a acceder al webinar que Everardo Martínez impartió por Zoom, titulado “Homosexualidad: una tercera opción”.
Por Infobae
En la pantalla apareció sonriente el polémico “psicólogo” mexicano, líder de una clínica llamada Venser en la que realizan falsas promesas, al afirmar que tienen la “cura” para gays, lesbianas o cualquier otro individuo “no heterosexual”.
El consultorio es uno de los centros ECOSIG más activos y peligrosos de México. Aunque se sitúa físicamente en Guadalajara, estado de Jalisco, el taller en línea se transmitió por Internet a nivel nacional, y las personas con invitación pudieron conectarse desde cualquier punto del país.
“Buenas tardes. Yo soy el psicólogo Everardo Martínez. Yo creo que algunos de ustedes me conocen, bienvenidos”, comenzó el pseudo terapeuta.
Nunca antes había realizado un taller en línea. En total, se conectan 76 personas, entre las que se encuentran trabajadores de Venser; pacientes; familias de jóvenes LGTBI y también curiosos.
En los primeros minutos, Everardo batalló para aclarar las cuestiones técnicas del encuentro. Una vez resuelto, explicó que la finalidad de su clínica es tratar a los homosexuales que no quieren serlo y que a menudo se sienten incomprendidos por la sociedad.
“Cuando alguien dice ‘yo me quiero quitar la homosexualidad’ ahí ya no somos empáticos. Estas personas pienso que merecen nuestra empatía, nuestro respeto, nuestro apoyo a su libertad. También ellos lo merecen. Y no deberían ser discriminados o reprimidos”, defiende Martínez.
Para Luis, sobreviviente de la clínica, estas afirmaciones del psicólogo son falsas e hipócritas. Le molesta que Venser mienta descaradamente y se presente como una solución para los homosexuales que no se sienten cómodos con su identidad, porque no es así. Asegura que en este lugar no cuidan la salud mental de sus pacientes, sino que los empujan a través de un único camino: convertirte supuestamente en heterosexuales.
“Que no vengan con una falsa bandera de ‘nosotros protegemos a las personas’. ¡No! ¡No sean falsos! Tú lo que quieres es que la familia venga y te pague. [..] Me parece una asociación realmente dañina, con maldad, aunque se sustenten como asociación cristiana. Dicen que ellos ven por las personas que no quieren estar debajo del arcoíris. ¡No! Para eso están los verdaderos profesionales de la salud que no les van a pedir que cambien su orientación sexual”, explica enojado el tapatío, en entrevista con Infobae México.
Luis, que habla bajo anonimato y con un nombre ficticio para proteger su identidad, asistió durante años a las sesiones de Everardo Martínez en Guadalajara. Allí aprendió que las terapias de la clínica son un engaño y que su único fin es lucrar “con el miedo y con la ignorancia, dando falsas esperanzas a las familias y a las víctimas”. Pero además, son extremadamente peligrosas porque destruyen la autoestima de los pacientes y provocan efectos muy graves a la salud mental.
En Venser creen que “la homosexualidad no existe” y que nadie nada LGTBI. Para ellos, esta “condición” es el síntoma de un trastorno mental que surge en la infancia por cinco causas distintas.
El primer factor es que el niño tenga muy buena relación con su madre -o mala, según el caso-. El segundo es que se lleve muy bien con su padre -o no; en realidad depende-. El tercero se refiere a la dinámica familiar, es decir, los vínculos malos y buenos que establezca con sus abuelos, abuelas, tías, tíos, hermanas, hermanos, etc.
El cuarto elemento es la dificultad del infante para interactuar con otros menores de su mismo sexo y edad, a los que llaman “los pares”. Y el quinto y último es haber vivido un trauma sexual. Si concurren durante la niñez tres de estos cinco factores, te conviertes automática e irremediablemente en homosexual, de acuerdo a las divagaciones disparatadas de Venser, que carecen de cualquier sustento científico.
“Es como decir ‘tú eres homosexual porque tuviste muchísimo afecto de tu familia’, ‘tú eres homosexual porque no tuviste afecto de tu familia’. Ser no querido: homosexual. Ser querido: homosexual. La muerte de tu padre: homosexual. La muerte de tu madre: homosexual. La no muerte de tus padres: homosexual. Ok, entonces cualquier situación de tu niñez era la causante de tu homosexualidad”, dice Luis riéndose y mostrando su desconcierto.
Según afirma Martínez en el webinar, para eliminar la homosexualidad es necesario atender estos factores, y modificar las relaciones del joven LGTBI con su entorno. Ahí es cuando, en algunos casos, Everardo anima a los padres y madres de sus pacientes a distanciarse de sus hijos, a controlar sus amistades o manipular las relaciones familiares, prometiéndoles falsamente que si cumplen estas recomendaciones, la homosexualidad desaparecerá.
Se trata de sugerencias extremadamente graves y preocupantes. Si nos ponemos en la piel de una persona que ya está sufriendo rechazo social y familiar por su orientación sexual, no nos costará imaginar lo duro que debe ser que sus seres queridos se alejen aún más. Justo en el momento en que necesita mayor apoyo, aceptación y comprensión, le aíslan de familiares y amigos por las instigaciones del supuesto psicólogo.
A veces, las terapias de conversión provocan este efecto demoledor: dinamitan y destruyen las relaciones familiares. Y para muestra, la recomendación que Everardo Martínez realizó en el taller, donde exhortó a los padres que estaban viendo la charla que no compartieran el webinar con sus hijos LGTBI+. Según él, es mejor no revelarles los cambios que los progenitores llevarán a cabo para “quitarle” al joven el sentimiento homosexual.
“¿Por qué yo sugiero no mandar esta charla a su hijo o a su hija que tiene atracción no heterosexual? Porque lo va a poner sobre aviso de los cambios que hará usted posteriormente. Tal vez usted pueda pensar, ‘si le acerco esta charla, quizás lo pueda convencer, lo pueda disuadir’. Puede ser, pero en mi experiencia las posibilidades son muy pocas, menos del 1%. […] Así que yo no querría que arriesgáramos lo más por menos. Si usted me responde, entonces, ¿cuándo va a tomar la consulta o cómo le voy a convencer? Más adelante. La respuesta es más adelante”, expresó.
Sus declaraciones evidencian que las sesiones de Venser no se dirigen exclusivamente a homosexuales que se sienten incómodos con su orientación sexual, sino también, a aquellos que aceptan su diversidad pero sufren rechazo y presiones por parte de su entorno familiar.
“Si tu hijo o tu hija no está buscando ayuda, lo más seguro es que lo vea como un reto, como un pleito, como una cuestión de debate, y no va a recibir la información como nosotros queremos que la reciba”, apuntó.
En su opinión, es mejor que los padres realicen todo el proceso a escondidas, sin hacer partícipes a sus hijos. Lo que calla Everardo Martínez es que tanto secretismo deteriora el vínculo familiar y pone en riesgo la salud mental de los jóvenes.
Según la investigación Supportive Families, Healthy Children (Familias que apoyan, niños sanos), publicada por la Universidad Estatal de San Francisco en 2009, los adolescentes LGTBI que sufrieron rechazo familiar son 8.4 veces más propensos al suicidio; 5.9 veces más tendentes a la depresión y 3.4 veces más propensos al consumo de drogas.
Por esto, la aceptación familiar es fundamental. Sin embargo, el centro de Everardo Martínez continúa promocionando en 2021 talleres, actividades y servicios que lucran con el desconocimiento y la preocupación de los padres.
Un curso para “quitar” la homosexualidad
Unos 20 minutos después de que iniciara el taller, el pseudo psicólogo reveló la verdadera intención del encuentro: quiere publicitar un curso en línea que creó para enseñar a las madres de personas LGTBI a eliminar supuestamente la homosexualidad de sus hijos.
“Diseñamos un curso en donde estoy yo en lo personal hablando de cada uno de los factores [que causan el AMS]. Los explico a detalle, y dejo indicaciones para cada paso”, indicó.
El curso se denomina “Homosexualidad: una ruta de acción para madres”. Dura cuatro horas y tiene un precio de 479 pesos. Lamentablemente en Jalisco no existe ninguna ley que prohíba los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG) y, aunque la hubiera, no impediría que se impartan este tipo de actividades a padres y madres que rechazan a sus hijos LGTBI+.
En opinión de Luis, con esta estrategia innovadora, Venser estaría intentando diversificar sus servicios para buscar nuevos clientes y evitar su desaparición, antes de que se aprueben en el Congreso de Jalisco o a nivel federal las iniciativas de ley para prohibir las terapias de conversión.
“Mira cómo ve el sapo la pedrada. Cada vez el mercado de personas que quieren cambiar es menor, esa es la realidad de las cosas, y queda el de personas que dicen ‘ay, no quiero que mi hijo sea gay’, por los prejuicios que tienen. Ahora, como ve que las terapias de conversión van a estar prohibidas, pues se va a dedicar a dar este tipo de cursos. ¿Cómo se pueden prohibir? Pues no se puede. No se puede prohibir un curso para decirle a una madre cómo hacer para que su hijo no sea gay”, expresó el joven tapatío.
En los minutos finales del taller los participantes le preguntaron a Everardo Martínez hasta en tres ocasiones a cuántos homosexuales había cambiado, pero él no dio ninguna cifra o porcentaje. Se limitó a decir que su método se divide en tres etapas: eliminar la conducta homosexual -refiriéndose al coito y a las relaciones íntimas-; eliminar el sentimiento homosexual -esto es, la atracción hacia personas del mismo sexo-; y por último, desarrollar la heterosexualidad del paciente, junto con la masculinidad o la feminidad, según corresponda.
“Desde nuestra perspectiva tú eres heterosexual. Tú este sentimiento [homosexual] lo adquiriste o lo desarrollaste por factores que pasaron en tu infancia. Así que el que tú desarrolles tu atracción heterosexual es tan difícil como enseñarle a volar a un ave o a nadar a un pez”, dijo el pseudo psicólogo.
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