Donald Trump es un superviviente. Ha sobrevivido a seis bancarrotas, dos divorcios, 26 acusaciones de acoso sexual y más de 4.000 procesos judiciales. No está claro, sin embargo, que pueda ganar la docena larga de causas abiertas en su contra, tanto civiles como penales, por fraude fiscal, fraude bancario y obstrucción a la justicia, además de, al menos, un intento de violación a mediados de los años noventa.
Xavier Mas de Xaxàs | La Vanguardia
Mientras esté en la Casa Blanca nadie podrá tocarlo, pero tan pronto como deje de ser presidente deberá comparecer ante la justicia. Tendrá la posibilidad de perdonarse. No hay precedentes de un presidente perdonándose a sí mismo y, por tanto, tampoco hay jurisprudencia. El presidente puede perdonarse de los delitos federales que haya cometido pero no de los estatales. El autoperdón, por lo tanto, no le servirá para que el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance Jr., deje de investigar su entramado fiscal y corporativo en Nueva York.
Trump se enfrenta a una docena de demandas que incluyen fraude fiscal y bancario, acoso sexual y obstrucción a la justicia
Se mantenga o no en el poder, Trump deberá hacer frente en los próximos cuatro años al pago de deudas valoradas en cientos de millones dólares. The New York Times calcula que vencerán créditos por valor de 300 millones de dólares que él mismo ha avalado. El Financial Times, por su parte, cifra en 900 millones de dólares la deuda de sus negocios inmobiliarios que vencerá en los próximos cuatro años. Hacienda, asimismo, le reclama una deuda de otros cien millones de dólares, procedente de una deducción fiscal que, al parecer, no le correspondía.
Forbes valora su fortuna en 2.500 millones de dólares, suficiente en apariencia para hacer frente a sus deudas. Los negocios de la Corporación Trump, sin embargo, han sido muy vulnerables a la pandemia. Hoteles, campos de golf y edificios de oficinas no están rentando lo mismo que antes. Los bancos, además, hace años que no confían en él. El Deutsche Bank es el único que sigue prestándole dinero y puede que no por mucho tiempo si los problemas con la justicia se le amontonan.
Gane o pierda, Trump deberá hacer frente a deudas valoradas en cientos de millones de dólares en los próximos cuatro años
De todos los casos judiciales abiertos, los que más le preocupan son los que lleva Cyrus Vance Jr. en Manhattan y Letitia Jones, la fiscal general del estado de Nueva York. No sólo porque no puede blindarse de ellos con un perdón sino porque pueden llevarlo a la ruina, además de a la cárcel.
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