La petrolera estatal brasileña Petrobras anunció este viernes un nuevo aumento en la gasolina y el diésel, desatando nuevas críticas del presidente Jair Bolsonaro, quien advirtió que la compañía «puede hundir a Brasil en el caos» ante la disparada inflacionaria.
AFP
Tras el anuncio, las acciones ordinarias de Petrobras perdieron 6,09% después de caer hasta alrededor del 10% en la Bolsa de Sao Paulo, ante el ruido político y temores de posibles medidas del Congreso para alterar la política tributaria que rige a la compañía.
La mayor empresa de América Latina señaló en un comunicado que subirá 5,18% el precio de la gasolina en sus refinerías y 14,26% el del diésel desde este sábado, ante «el escenario desafiante en Brasil y el mundo», en referencia a la guerra de Ucrania.
Petrobras afirmó que «es sensible al momento que Brasil y el mundo están enfrentando» y que comprende el impacto «en la vida de los ciudadanos».
«Sin embargo, cuando hay un cambio estructural en el nivel de los precios globales, es necesario que Petrobras busque la convergencia con los precios del mercado», señala la compañía, que afirma además que esa medida elimina «riesgos de desabastecimiento interno».
La política de precios de la compañía sigue la cotización internacional del crudo, algo intensamente cuestionado por el gobierno.
El nuevo aumento se aplica tres meses después del último en el caso de la gasolina y 40 días del diésel.
«Traición al pueblo»
Bolsonaro lleva meses pidiendo que la estatal contenga el aumento de los combustibles, que impulsan la inflación, perjudicial para su popularidad antes de buscar la reelección en octubre.
A finales de mayo, destituyó al tercer presidente de Petrobras nombrado por él desde que llegó al poder, José Mauro Coelho, solo un mes después de asumir, pero su salida todavía no se ha concretado por trabas en los trámites legales para hacerlo.
Este viernes, Bolsonaro acusó a Coelho y a los directores de Petrobras de «traición al pueblo brasileño», en diálogo con una radio local. Y pidió a líderes del Congreso establecer una Comisión Parlamentaria (CPI) para investigarlos.
Petrobras «puede hundir a Brasil en el caos», advirtió en declaraciones separadas, y recordó una huelga de camioneros en 2018 que causó «nefastas consecuencias para la economía».
La Asociación Brasileña de Conductores de Vehículos Automotores (Abrava), que agrupa a camioneros, amenazó este viernes con una huelga y manifestó su «indignación» ante los aumentos en una nota.
Bolsonaro volvió a criticar las ganancias de Petrobras: «Es algo estúpido, lucra seis veces más que la media de las petroleras en el mundo».
Petrobras reportó un lucro neto de 44.561 millones de reales (8.605 millones de dólares) entre enero y marzo de este año, unas 38 veces lo obtenido en igual periodo de 2021.
Derrumbe en la Bolsa
El presidente de la Cámara de diputados, Arthur Lira, propuso elevar los impuestos al lucro de la compañía, que calificó de «absurdos».
Sugirió, por ejemplo, «duplicar» la llamada Contribución Social sobre el Lucro Líquido, y que esos recursos cubran la diferencia entre el precio local del diésel con el del exterior.
Según Jansen Costa, de la firma asesora de inversiones Fatorial Investimentos, los inversores reaccionaron causando una fuerte baja en las acciones de la petrolera «tras esos comentarios para interferir en la tributación de la empresa», indicó, dado el posible impacto en sus resultados.
Del lado judicial, el juez del Supremo Tribunal Federal André Mendonca, nombrado por Bolsonaro, dio cinco días a la compañía para explicar minuciosamente los criterios de las alzas en los últimos cinco años.
Según Costa, la baja en la jornada de la cotización internacional del petróleo (-6,28% el WTI), «sumado a un movimiento de aversión al riesgo», contribuyó a una «tormenta perfecta» sobre las acciones de Petrobras.
La caída de Petrobras arrastró al índice paulista Ibovespa, que cedió 2,9%.
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