El envío de una misión de observación electoral de la Unión Europea a las votaciones regionales del 21 de noviembre en Venezuela confirma las buenas relaciones del bloque con Estados Unidos y la coordinación multilateral en la solución de la crisis en el país suramericano, a pesar de “tensiones” en otros asuntos, opinan analistas.
Por Carolina Alcalde –Gustavo Ocando Alex– VOA
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, afirmó la semana pasada que el mero envío de una misión observadora a las elecciones regionales de noviembre en Venezuela no reivindicará la presidencia de Nicolás Maduro, desconocida por la mayoría de países del bloque, sino que su informe será lo que “legitimará o no” los resultados.
Sus declaraciones generaron molestias en las cúpulas del oficialismo venezolano, que las consideró injerencistas. Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y jefe delegado de Maduro en las negociaciones en Ciudad de México, dijo: “mejor que no vengan”.
El vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) y exdiputado opositor, Enrique Márquez, también rechazó las declaraciones, pero expresó su esperanza en que se resolviera el impasse para seguir adelante con la misión europea.
Félix Arellano, especialista venezolano en relaciones internacionales, dice haber notado “contradicciones” en la cooperación demostrada inicialmente por la Casa Blanca bajo el mandato del presidente Joe Biden y la Unión Europea en temas como el retiro de las tropas de Afganistán -generó consecuencias negativas al personal de la UE en Kabul- y el nuevo acuerdo militar en la zona de Asia Pacífico con Australia y Reino Unido -Francia se pronunció en contra-.
Pero no observa diferencias en el abordaje conjunto de la crisis venezolana. “Se mantiene una relación de coordinación importante (sobre Venezuela). Estados Unidos está jugando a que Europa tenga un rol más protagónico y ellos acompañar la protesta. No hubiera sido la iniciativa de Estados Unidos realizar una misión de observación, pero no está chocando con la UE en ese tema”, comenta el docente universitario y articulista a la Voz de América.
Remarca que la administración Biden juega un rol “de bajo perfil” y de “prudencia estratégica” a ver qué puede lograr Europa en el proceso de crear caminos hacia una salida pacífica, electoral y democrática en Venezuela.
La noche del jueves, la Secretaría de las Naciones Unidas anunció que aceptó la solicitud del Consejo Nacional Electoral venezolano para el despliegue de un “Panel de Expertos Electorales de la ONU” para las elecciones regionales.
Se trata de un equipo de tres expertos que dará seguimiento en noviembre al proceso electoral para proporcionar al secretario general António Guterres un informe independiente e interno sobre el desarrollo general de las elecciones.
Presión esperada
Consultado sobre si el envío de una misión de observación podría complicar la relación de la UE con Estados Unidos, cuyo gobierno desconoce a Maduro como presidente y lo ha sancionado alegando su carácter antidemocrático, Carlos Malamud, investigador del Instituto Real Elcano coincide en que “no se va a poner en cuestión la naturaleza de la relación” entre Europa y la Casa Blanca.
“Hay un cierto margen de autonomía de cada uno de los actores, evidentemente Estados Unidos va a presionar en relación con su punto de vista”, dijo a la VOA durante el foro “Relaciones UE-EEUU: impacto en América Latina”, este jueves.
La directora del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, Susanne Gratius, opinó en ese mismo evento que los vínculos entre la UE y Estados Unidos han regresado en los últimos tiempos al “compromiso con el orden liberal internacional” y son “buenos”, a pesar de ciertas tensiones recientes.
Milos Alcalay, ex embajador de Venezuela ante la ONU, considera, por su parte, que Borrell ha tenido una posición “poco equilibrada” en cuanto a valores como la tradición, rigidez y profundidad de las misiones de observación electoral.
Estima que “se rompió” la postura europea con respecto a Venezuela. “Los estándares los viola el señor Borrell, porque ni siquiera el Parlamento Europeo ha aprobado esta misión. Es verdad que no está obligado a acatarlo, pero en un equilibrio de poderes tendría que consultarlo”, dice a la Voz de América.
“Bienvenidos los expertos, bienvenida la Unión Europea”, afirma Alcalay, advirtiendo que se podría estar marcando un “precedente negativo” en la región.
“¿Cómo hará cuando le exijan la presencia en una elección regional en otros países de América Latina? Segundo, rompe lo que había sido una posición férrea de la UE para poder asistir. Más bien, dañará la imagen de la UE”, indica.
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