Donald Trump ha sido ingresado en el Hospital Militar Walter Reed, en Washington, donde permanecerá «durante varios días» según ha declarado la Casa Blanca. La decisión ha sido tomada menos de 24 horas después de que el presidente estadounidense y su esposa, Melania, dieran positivo en la prueba del coronavirus.
La decisión, según los asesores del presidente, obedece a un «exceso de precaución», aunque ha desatado cierta inquietud entre la opinión pública.
«El presidente está muy bien», ha informado este sábado el médico del presidente en la Casa Blanca, Sean Conley, en rueda de prensa, acompañado del elenco del especialistas del Walter Reed que forman el equipo «multidisciplinar» que atiende al presidente. «Estamos muy contentos con la evolución del presidente. Está mejorando de los síntomas leves que presentaba», ha añadido.
Los expertos han detallado que Trump está siendo monitoreado y no tiene dificultades para respirar ni necesita oxígeno en este momento. El presidente lleva 24 horas sin fiebre, con una saturación del 96%, pero los médicos han preferido ser cautos y no dar una fecha de alta «ya que es difícil saber qué puede pasar en las próximas fases de la enfermedad».
El médico de cabecera del presiente ha declinado contestar, si en algún momento el presidente ha necesitado oxígeno, así como a revelar la fecha en la que Trump dio positivo. Conley ha informado además de que la primera dama, Melania Trump, «está muy bien» y sin previsión de necesitar el ingreso hospitalario.
Sin embargo, una fuente anónima y familiarizada con la salud del mandatario ha asegurado este sábado que «los signos vitales» de Donald Trump «en las últimas 24 horas han sido muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en lo que se refiere a su cuidado». «No estamos aún en un camino claro hacia la recuperación».
La fuente anónima, cuya versión fue dada a conocer a los reporteros que cubren la Casa Blanca, según informó Efe, contradice así el parte del médico personal del mandatario.
El presidente de Estados Unidos salió este viernes de la Casa Blanca caminando para subir al helicóptero que lo trasladará al hospital militar. El mandatario, de traje y corbata, portó una mascarilla negra de tela y sostuvo el pulgar hacia arriba mientras caminaba, sin detenerse a hablar con la prensa.
Visiblemente pálido, el presidente de EEUU, afirmó en un vídeo, que publicó minutos después de partir para ser ingresado en un hospital militar, que está bien, pero que quiere asegurarse de que «las cosas funcionan».
«Quiero dar las gracias a todo el mundo por el apoyo tremendo. Voy al Hospital Walter Reed. Creo que estoy bien, pero vamos a asegurarnos de que las cosas funcionan. La primera dama está bien», dijo el mandatario en la grabación hecha dentro de la Casa Blanca y en la aparece de pie vestido con chaqueta y corbata.
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