La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, lamentó este jueves que el diálogo entablado con el Gobierno nicaragüense de Daniel Ortega no haya dado frutos por ahora, por lo que anticipó que la UE estudiará en las próximas semanas nuevas medidas por «pisotear» los derechos del pueblo.
González Laya consideró necesario dar nuevos pasos para «defender los derechos de los nicaragüenses», según dijo en una rueda de prensa ofrecida junto a la canciller de Panamá, Erika Mouynes, tras el encuentro que mantuvieron hoy en Madrid.
La ministra española reveló que España ha buscado el diálogo «discreto» con las autoridades de Managua en las últimas semanas para revertir las medidas que «atentan» contra sus ciudadanos tras la detención de varios dirigentes opositores, pero que no se han obtenido resultados.
«De momento, no veo progreso en esa dirección. España, junto con el resto de Estados miembros de la UE, está considerando cuáles tienen que ser los próximos pasos. Nos preocupa la ciudadanía nicaragüense y que se estén pisoteando sus derechos», dijo González Laya.
La jefa de la diplomacia española no concretó qué medidas podrían tomarse y si, entre ellas, estaría la llamada a consultas de los embajadores, un paso que ya han dado México y Argentina.
González Laya añadió que «no se trata de que España le diga a Nicaragua qué tiene que hacer, sino que respete los compromisos adquiridos con sus ciudadanos en materia de democracia y respeto a los derechos humanos y a procedimientos judiciales justos».
Mouynes tampoco concretó si Panamá estudia convocar a su embajador en Managua como forma de presionar a Ortega.
La ministra de Relaciones Exteriores panameña abogó por una respuesta conjunta de la comunidad internacional, en la que Panamá y España ejerzan su liderazgo regional, para posibilitar que las elecciones presidenciales previstas en Nicaragua el 7 de noviembre sea «libres, justas, creíbles y transparentes».
«Depende de nosotros estar a la altura y buscar una solución real y efectiva», dijo.
En el plano bilateral, González Laya se felicitó de que las relaciones con Panamá «gocen de buena salud».
Anticipó que España participará con «gran gusto» en la conmemoración del bicentenario del país centroamericano en noviembre de este año.
También elogió el «esfuerzo» que Panamá ha hecho en los últimos tiempos en materia de transparencia y lucha contra el fraude fiscal encaminado a quitarse la etiqueta de paraíso fiscal.
La ministra española se comprometió a trabajar con el Gobierno panameño para que los países de renta media puedan tener acceso a financiación con la que afrontar la recuperación de la crisis tras la pandemia.
Mouynes expresó el deseo de su país de que España sea su «aliado estratégico» en la nueva etapa de reconstrucción, en particular, como puerta de entrada a la UE.
Animó a las empresas españolas a invertir más en Panamá al garantizar que es un país con «mucha estabilidad política y social» y que está «firmemente comprometido con la transparencia» fiscal.
«Panamá es un socio estratégico estable y conocido. Estamos generando mucho entusiasmo en la comunidad internacional y lo queremos traducir en inversiones españolas», ofreció Mouynes. EFE
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