España suma un nuevo récord diario de contagios de covid-19, con más de 41.000 nuevos casos positivos y una incidencia de la pandemia que sigue al alza en el país.
El Ministerio español de Sanidad notificó este miércoles otros 41.576 positivos de covid-19 y 464 fallecidos más, con una incidencia de contagios que vuelve a subir y se sitúa en 736,2 casos por cada 100.000 habitantes en catorce días, 22 puntos más que ayer, cada vez más cerca de triplicar la cifra de 250 considerada de riesgo alto.
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Desde que comenzó la pandemia, 2.412.318 personas se han infectado en España y 54.637 han muerto, con lo que sigue a la cabeza en incidencia entre los países de la Unión Europea (UE) más poblados, por delante de Alemania (312,4 casos), Italia (362,8) y Francia (385,1), aunque por debajo del Reino Unido (1.038,9).
También continúa elevada la presión hospitalaria, con casi un 20 % de las camas ocupadas por enfermos de covid-19, tasa que llega al 35 % en las unidades de cuidados intensivos y alcanza el 55,3 % en la región de Valencia (este) y el 51,7 % en La Rioja (norte).
Las autoridades regionales españoles aplican medidas cada vez más restrictivas de movilidad, relaciones sociales y actividades comerciales y de hostelería para contener esta tercera ola.
La mayoría piden al Gobierno que se permita adelantar la hora de aplicación del toque de queda nocturno de las 22:00 a las 20:00 hora local (21:00 y 19:00 GMT), una cuestión que discutieron este miércoles con el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
SIN ACUERDO SOBRE UN ADELANTO DEL TOQUE DE QUEDA
La reunión celebrada de forma telemática desde Sevilla (sur) no logró una decisión sobre ese pedido, aunque Illa anunció que lo estudiará, confiado en que las medidas que ya se aplican dentro del estado de alarma decretado en el país hasta mayo permitirán «doblegar» esta tercera ola.
«Todos sabemos que si se adoptan medidas hoy no veremos el resultado, por mucho que nos empeñemos, mañana, no se trata tanto de añadir muchas más medidas de golpe sino de aplicar bien las que hemos adoptado y esperar los días necesarios para evaluar los resultados de las mismas», declaró.
Illa defendió que las medidas actuales «dan resultados», como a su juicio se demostró en la segunda ola en el país.
El ministro rechazó que la decisión esté condicionada a cuestiones políticas como los apoyos parlamentarios que pueda lograr el Gobierno del socialista Pedro Sánchez para modificar el decreto del estado de alarma, que ahora permite el toque de queda entre las 24:00 y 22:00 hora local, o las elecciones en la región de Cataluña (noreste), para las que será candidato de los socialistas.
La región de Castilla y León (norte) ya lo aplica a las 20:00 hora local, pero su decisión unilateral fue recurrida por el Gobierno central en los tribunales.
En espera de una decisión para el conjunto del país, regiones como La Rioja y Asturias (noroeste) acordaron endurecer las medidas en cuanto el cierre de actividades no esenciales y el confinamiento por municipios.
Aunque Illa reconoció que los datos de la pandemia no son buenos en el país, confió en que España pueda estar acercándose a una estabilización de la curva de contagios.
«Seguimos creciendo aunque se ralentiza el crecimiento», dijo ante los medios tras la reunión, defendiendo que España realiza «más pruebas que nunca» para detectar positivos, con casi 3.000 test por cada 100.000 habitantes.
PRIMERA DIMISIÓN DE UN POLÍTICO POR VACUNARSE ANTES DE TIEMPO
La campaña de vacunación en España supera ya el millón de dosis administradas, la mayoría del laboratorio Pfizer-Biontech y el resto de la multinacional Moderna, y se han inyectado un 76,2 por ciento de las 1.346.100 recibidas.
El vacunación, no obstante, no está exenta de polémica por las dosis administradas a algunos políticos, pese a que inicialmente están previstas para grupos de riesgo como residentes en centros de mayores, personal que los atiende y sanitarios.
La polémica se cobró este miércoles su primera víctima política, con la dimisión del responsable de salud de la región de Murcia (este), Manuel Villegas, quien se vacunó junto a altos cargos y funcionarios de su departamento.
Además de dimitir directores de un par de hospitales en el País Vasco (noroeste), tras conocerse que también habían recibido la vacuna antes de lo que marca el protocolo.
La vicepresidenta primera del Gobierno español, Carmen Calvo, recriminó estas actitudes de políticos que aprovecharon su posición para vacunarse antes de tiempo, entre los que se incluyen alcaldes de algunas localidades gobernadas por los socialistas, apelando a la dignidad y ética de los cargos públicos para recibir la vacuna cuando les toque.
EFE
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