Se espera que el Gobierno de Joe Biden anuncie esta semana la compra de 10 millones de tratamientos de la píldora contra el COVID de Pfizer, según reportó The Washington Post. Se trata de una inversión multimillonaria en un medicamento que los funcionarios estadounidenses esperan que ayude a cambiar la trayectoria de la pandemia, ya que evitaría muchas hospitalizaciones y muertes, según revelaron al medio dos personas con conocimiento de la transacción.
Tanto esta píldora antiviral, y otra de Merck y Ridgeback Biotherapeutics, seríanun antes y un después para restaurar la normalidad en Estados Unidos, ya que el 30% de los adultos no está completamente vacunado.
El nuevo tratamiento está pendiente de aprobación por parte de las autoridades reguladoras de los distintos países, aunque los expertos afirman que los resultados iniciales son prometedores. Pensado especialmente para grupos de riesgo, puede comenzar a administrarse si se tiene noticia de haber estado expuesto al virus o con los primeros síntomas.
Pfizer afirmó que su píldora contra el COVID-19, usada en combinación con un medicamento contra el VIH ampliamente utilizado, reduce el riesgo de hospitalización o muerte en un 89% en adultos de alto riesgo que han estado expuestos al virus.
La píldora de Pfizer, conocida científicamente como PF-07321332, es parte de una clase de medicamentos llamados inhibidores de proteasa y actúa inhibiendo una enzima que el virus necesita para replicarse en las células humanas. Los inhibidores de la proteasa se utilizan para tratar otros patógenos virales como el VIH y la hepatitis C.
El gigante farmacéutico ya ha comenzado a fabricar la píldora y, si la Administración de Alimentos y Medicamentos la autoriza, la terapia podría estar disponible de inmediato, aunque en cantidades muy limitadas. Pfizer ha dicho que puede tener suficientes tratamientos para cubrir entre 100.000 y 200.000 personas para fin de año y millones más en la primera mitad del próximo año.
La píldora Pfizer y la de Merck y Ridgeback Biotherapeutics, que ya está bajo revisión de la FDA, representan una nueva forma de tratar de reducir los resultados más graves del virus, dicen los expertos.
El gobierno de Estados Unidos ya se ha comprometido a comprar alrededor de 3,1 millones de cursos del medicamento de Merck, molnupiravir, por aproximadamente USD 2,2 mil millones, si es aprobado por la FDA. Eso equivale a unos 700 dólares por cada curso de tratamiento.
El precio fijado entre el Gobierno de Biden y Pfizer por su medicamento es menor: USD 500 por tratamiento, según le cinfirmó a The Washington Post un funcionario federal familiarizado con la situación.
El tratamiento se toma en casa durante cinco días y está compuesto por 30 pastillas. Eso incluye 10 píldoras de un antiguo medicamento contra el VIH que extiende la actividad del de Pfizer por un período más prolongado.
Por otra parte, hoy se dio a conocer un acuerdo entre la iniciativa Unitaid, socia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en emergencias sanitarias, con Pfizer para producir genéricos de su nuevo tratamiento en píldoras contra la COVID-19, con el fin de hacerlo más asequible en países en desarrollo.
Según indicó en rueda de prensa el portavoz de Unitaid Hervé Verhoosel, el acuerdo “facilitará la producción y distribución del antiviral (…) mediante licencias a fabricantes de genéricos cualificados, con el fin de dar un mayor acceso a la población global”.
Mediante el acuerdo se podrían producir genéricos del fármaco experimental PF-07321332, que en combinación con ritonavir en bajas dosis reduce según la farmacéutica Pfizer en casi un 90% el riesgo de muerte por COVID-19 en enfermos con comorbilidades.
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