Una de las preguntas que ha generado más inquietud desde que comenzó la pandemia del COVID-19 es cómo se adaptarán las escuelas a la “nueva normalidad”, una vez que reinicien las clases presenciales. Y la respuesta no es fácil.
Con la finalidad de ayudar a las instituciones educativas a llevar a cabo este difícil proceso, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU, publicaron recientemente una guía que establece los protocolos que deberán seguir las escuelas cuando reabran sus puertas el próximo otoño.
Y más allá de las medidas básicas, como enseñar a los alumnos a lavarse las manos durante al menos 20 segundos, y de fomentar el uso de los cubrebocas en las instalaciones, la agencia lanzó recomendaciones puntuales y acciones concretas, dirigidas a contener la propagación del virus dentro del centro.
Principios básicos
Los CDC comienzan su guía recordando que aquellos empleados y estudiantes que presenten síntomas de COVID-19, o hayan tenido contacto reciente con una persona que haya dado positivo a la enfermedad, deberán quedarse en casa. Y por ese motivo, insta a las escuelas a implementar todas las facilidades en estos casos.
“Desarrolle políticas que alienten a los empleados y estudiantes enfermos a quedarse en casa sin temor a represalias, y asegúrese de que los trabajadores, los alumnos y las familias de estos conozcan estas políticas”, se lee en la guía. “Considere no otorgar premios por la asistencia perfecta, no evaluar en función del absentismo y ofrecer opciones de aprendizaje virtual y teletrabajo, si es posible”, agregó.
Durante la jornada escolar, continúa la guía, los responsables del centro deberán animar a los estudiantes a lavarse continuamente las manos, y a utilizar mascarillas. Aunque la agencia federal reconoció que esto puede ser “un desafío” con los niños más pequeños, instruyó a profesores y alumnos mayores a utilizarlas en todo momento, a excepción de aquellos que sufran patologías respiratorias.
Además, la escuela deberá contar siempre con material higiénico como “jabón, desinfectante de manos con al menos 60% de alcohol, toallas de papel, pañuelos desechables, toallitas desinfectantes, telas para cubrir la cara, y botes de basura con pedal”.
Por último, a través de carteles y señales, se recordará a los alumnos la importancia de cumplir las medidas de protección.
Dentro del aula
Una vez que se reanuden las clases presenciales, se deberán seguir varias directrices dentro del aula. Desde los CDC, una de las principales recomendaciones es que el mismo grupo de estudiantes permanezca siempre en una única clase. Es decir, que no cambien de aula en ningún momento, ni se mezclen con otros grupos, ni coincidan con otros en el patio escolar.
Además, las mesas deberán estar separados por una distancia de dos metros, cuando sea posible, y tendrán que colocarse en una única dirección. Esto significa que los escritorios tendrán que estar situados hacia el mismo sentido, y los menores nunca podrán sentarse frente a frente.
En cuanto al material compartido, como lápices, tizas, rotuladores, o tablets, los CDC son claros: estos no caben en la “nueva normalidad”. En todo momento se impedirá que los menores compartan estas herramientas.
En esta misma línea, cada uno tendrá que llevar a la escuela su propio desayuno, y comerlo dentro de la clase, en lugar de en la cafetería. En aquellos casos -poco recomendables- en los que el centro proporcione esta merienda, siempre deberá ir envasada en cajas de cartón o en bolsas.
Si alguno de los estudiantes del grupo presenta síntomas de COVID-19 mientras está en la escuela, el profesor deberá aislarlo en un aula dirigida a tal fin.
El patio
Los patios de la escuela y otros espacios comunes en los que se compartan equipos, -como columpios o bancos- deberán cerrarse, en la medida de lo posible. Los responsables del centro tendrán que señalar en el suelo una distancia mínima de seguridad con guías, como por ejemplo, cruces elaboradas con cintas.
Cuando no se pueda cerrar el patio de juegos, se deberá desinfectar y limpiar el equipo compartido después de cada uso.
Baños, cafetería y otras zonas comunes
En los baños de la escuela, tendrán que colocarse “barreras físicas», como por ejemplo, «pantallas de plástico flexibles entre los lavabos, especialmente cuando estos no están a dos metros de distancia”, explica la guía.
Aunque los niños deberán traer su propia comida desde casa en platos individuales, los CDCs entienden que hay ocasiones en las que se tiene que ofrecer merienda en el comedor. En esos casos, recomienda utilizar “artículos desechables para servir los alimentos”.
Cuando no se pueda utilizar platos y cubiertos de un solo uso porque “no son factibles”, la agencia federal pide a los centros lavar bien la vajilla con agua caliente y jabón. Todos los trabajadores que manipulen estos artículos tendrán que lavarse las manos después de quitarse los guantes.
“Si se ofrece comida en cualquier evento, tenga cajas o bolsas pre-empaquetadas para cada asistente en lugar de un buffet o una comida familiar. Evite compartir alimentos y utensilios y garantice la seguridad de los niños con alergias alimentarias”, agregó.
Por último, en los pasillos y zonas comunes del centro, se deberán establecer pasillos unidireccionales, para que los niños siempre caminen en un mismo sentido y eviten acercarse de frente. Estos recorridos pueden indicarse con flechas en el suelo.
Un caso positivo
Todas las áreas en las que haya estado un alumno, un docente o trabajador con COVID-19 deberán cerrarse hasta que hayan sido limpiadas y desinfectadas. Una labor que los CDC no recomiendan realizar hasta que hayan pasado 24 horas después del cierre del edificio. Esto supone que algunos centros podrían estar cerrados hasta dos días, tras registrar un caso positivo.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.