Dinamarca impondrá impuestos a los ganaderos por los gases de efecto invernadero emitidos por sus animales a partir de 2030, comunicaron este lunes. La nueva propuesta radical del Ejecutivo danés, pactada entre el Gobierno y los partidos del tripartito verde, forma parte del histórico acuerdo que se denomina Dinamarca Verde.
Las autoridades señalan que el «acuerdo muestra el camino para hacer de Dinamarca un país agrícola moderno y proporciona respuestas concretas a los desafíos climáticos y naturales de la agricultura». El Ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, afirmó que Dinamarca será «el primer país del mundo» en imponer un impuesto al dióxido de carbono (CO2) en la agricultura.
El impuesto a las emisiones
Entre los puntos concertados, las partes pactaron que se debe introducir un impuesto anual sobre las emisiones de CO2 procedentes del ganado. La tarifa será de 300 coronas danesas (DDK), alrededor de 43 dólares, por tonelada de CO2 emitida en 2030. Esta aumentaría a 750 DKK (unos 107 dólares) por toneladas de CO2 en 2035, con una deducción mínima del impuesto sobre la renta del 60 %. De esta forma, el impuesto anual efectivo ascenderá así a 120 DKK (unos 17 dólares) por tonelada de CO2 en 2030 y a 300 DKK en 2035.
«Con el acuerdo tripartito verde, fijamos una clara dirección verde para el futuro de la agricultura danesa. Creamos un marco para una producción agrícola más sostenible, de alta tecnología y eficiente, que garantice una transición verde», comentó la ministra de Economía, Stephanie Lose. El proyecto de ley sobre el impuesto deberá aprobarse en el Folketing, el Parlamento, que tiene 179 escaños.
Por debajo de las expectativas
Los firmantes estiman que estos esfuerzos reducirán, para el 2030, las emisiones danesas en 1,8 millones de toneladas de CO2. Esto estará en consonancia con el objetivo climático del país para ese año. Sin embargo, según el grupo de expertos ecológicos de Dinamarca, Concito, «el bajo nivel del impuesto climático no garantizará el ajuste climático y estructural necesario en la agricultura».
«Es positivo que finalmente podamos poner precio a las emisiones de la agricultura, pero el impuesto llega tarde y el nivel del impuesto no es lo suficientemente ambicioso y creará incertidumbre sobre si conseguiremos la reestructuración necesaria de agricultura y reducciones suficientes», aseveró Christian Ibsen, director de Concito.
La visión de los ganaderos
Un análisis realizado por Financial Times, con base en datos proporcionados por Concito, revela que una vaca danesa promedio produce seis toneladas de CO2 equivalente al año, lo que generaría una carga impositiva de aproximadamente 720 DKK (poco más de 103 dólares por vaca cada año).
El medio también recoge que la organización de agricultores Bæredygtigt Landbrug, que no participó en las conversaciones, criticó el acuerdo de manera inmediata. «Creo que es una locura«, señaló Peter Kiær, presidente de la organización. En su criterio, la medida obstaculizaría la inversión en tecnología, muy necesaria en un país que ya era uno de los productores agrícolas más ecológicos del mundo. «[El Gobierno] no está escuchando a los agricultores», agregó.
En 2022, tras dos décadas de debate, el Gobierno de Nueva Zelanda propuso la tarificación de las emisiones de metano del ganado a sus granjeros en 2025. Sin embargo, Financial Times informa que este mes el país descartó tal iniciativa.
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