Europa vivió en 2022 el segundo año más cálido de su historia, su verano más caluroso desde que hay registros y una sequía generalizada en el conjunto del continente.
Son las conclusiones principales del informe Estado del Clima en Europa que publica este jueves el Servicio de Cambio Climático de la UE, Copernicus.
El trabajo recopila los eventos climáticos y meteorológicos más significativos de 2022. Concluye que gran parte de Europa sufrió «intensas y prolongadas» olas de calor así como el mayor número de días con «estrés por calor muy fuerte».
En concreto, la temperatura promedio de 2022 en Europa fue 0,9ºC superior a la media del periodo de referencia 1991-2020; la temperatura media del verano en el continente fue 1,4ºC superior a la media.
El año estuvo marcado, asimismo, por un bajo volumen de precipitaciones que, junto con las altas temperaturas provocaron una sequía generalizada. En ese entorno, los incendios forestales aumentaron y las emisiones de carbono derivadas de los fuegos en verano fueron las más altas en 15 años y en algunos países se registraron incluso las emisiones más altas en 20 años.
También se superaron otros dos récord, el del número de horas de sol y el de pérdida de hielo en los glaciares en los Alpes, que alcanzaron en 2022 su máximo nivel.
El cambiante clima de Europa
El prolijo análisis meteorológico europeo refleja asimismo que el Ártico sufrió su sexto año más cálido registrado y la región de Svalbard sufrió su verano más cálido jamás registrado, con una temperatura media en algunas zonas que superó en 2,5ºC su valor medio. También Groenlandia sufrió un derretimiento récord de la capa de hielo durante olas de calor excepcionales en septiembre.
Esta mayor cantidad de radiación solar superficial, la mayor en 40 años, sin embargo, derivó en una generación potencial de energía solar fotovoltaica por encima del promedio en la mayor parte de Europa. Sin embargo, la generación potencial de energía eólica terrestre se quedó por debajo de la media en la mayor parte de Europa, sobre todo en el centro y en el sur.
Según el informe de Copernicus, Europa no es ajena a la situación global, ya que los últimos ocho años han sido los más cálidos registrados a nivel mundial. En 2022, las concentraciones globales anuales promedio de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) alcanzaron sus niveles más altos jamás medidos por satélite.
Veranos calurosos
En total, el verano más caluroso registrado en Europa estuvo agravado por varios extremos como varias olas de calor, sequía y extensos incendios forestales, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) que ha constatado que las temperaturas en toda Europa están aumentando al doble de la tasa media mundial; más rápido que cualquier otro continente.
En este contexto, el jefe de Observación de la Tierra de la Dirección General de la Industria de la Defensa y el Espacio de la Comisión Europea, Mauro Facchini, ha recordado que el último informe de síntesis del IPCC advierte de que el calentamiento global ha dado lugar a fenómenos extremos más frecuentes e intensos y que el tiempo para pararlo «se agota».
«Solo la información y los datos precisos sobre el estado actual del clima pueden ayudarnos a lograr los objetivos que nos hemos fijado, y el informe sobre el estado del clima en Europa es una herramienta esencial para apoyar a la Unión Europea con su agenda de adaptación climática y su compromiso de alcanzar la neutralidad climática para 2050», ha valorado.
Europa Press
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