Según los informes, los crematorios de Wuhan están trabajando las 24 horas para hacer frente a la carga de trabajo adicional durante el brote de coronavirus.
Por Dailymail
Los cuerpos de las víctimas que murieron por el virus deben ser incinerados en lugar de enterrados, dictaminó la Comisión Nacional de Salud de China el 1 de febrero.
Un trabajador del crematorio en el epicentro del brote de coronavirus ha revelado las largas horas de trabajo que él y sus colegas dedican a transferir cuerpos de hospitales y hogares privados.
Según el Sr. Yun, se requieren al menos 100 bolsas para cadáveres al día. Los cuerpos se recogen de los tres hospitales principales de Wuhan, además de otros hospitales pequeños, así como de residencias privadas.
“Desde el 28 de enero, el 90 por ciento de nuestros empleados están trabajando 24/7 … no pudimos volver a casa. Realmente necesitamos más mano de obra”, dijo Yun.
Explicó que las funerarias en Wuhan están luchando para hacer frente a la afluencia de cuerpos. “Casi todo el personal de cada funeraria en Wuhan está totalmente equipado, y todas las cámaras de cremación de Wuhan trabajan las 24 horas”, dijo.
El Sr. Yun y sus colegas cuentan con trajes protectores para protegerlos contra la transmisión.
“Para nosotros que transferimos los cuerpos, no comemos ni bebemos durante mucho tiempo para preservar el traje de protección, porque necesitamos quitarnos el traje de protección cada vez que comemos, bebemos o vamos al baño. El traje de protección no se puede volver a usar después de usarlo”, dijo a la publicación.
El local de Wuhan agregó que el resto del personal de la funeraria, incluidos los recepcionistas, carece de la ropa protectora necesaria y recurre al uso de impermeables.
Según los informes, a los miembros de la familia se les impide ver los cuerpos de sus seres queridos, que son recogidos por el personal de la funeraria, debido al riesgo de infectarse.
Desde su brote, más de 20 países han confirmado casos de 2019-nCoV, lo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia de salud global, a varios gobiernos a instituir restricciones de viaje y a las aerolíneas a suspender vuelos hacia y desde China.
La OMS ha dicho que el brote aún no constituye una “pandemia”.
Se cree que la enfermedad surgió en diciembre en un mercado de Wuhan que vendía animales salvajes y se propagó rápidamente a medida que la gente viajaba durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar en enero.
China ha luchado por contener el virus a pesar de las medidas sin precedentes, que incluyen prácticamente el bloqueo de más de 50 millones de personas en la provincia de Hubei.
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