Tres de los estados más poblados de EE.UU., Florida, Texas y Arizona, registraron esta semana récords en el número de contagios diarios de coronavirus, pero sus líderes no contemplan cambios por ahora en sus planes de reapertura, que se ajustan al guión acelerado respaldado por la Casa Blanca.
Los casos de COVID-19 alcanzaron este martes sus cifras diarias más altas hasta ahora en un total de seis estados -Florida, Arizona, Texas, Nevada, Oregón y Oklahoma-, y los dos primeros de esa lista rozaron de nuevo esos récords este miércoles.
Además, otros tres territorios -Alabama, Carolina del Norte y Carolina del Sur- experimentaron esta semana récords en su media de contagios de los últimos siete días, según un análisis del diario The Washington Post.
El panorama no preocupa a la Casa Blanca, donde el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, negó el martes que el país esté experimentando una «segunda ola» de casos de coronavirus, y culpó a los medios de comunicación de «asustar al pueblo estadounidense».
«Estamos en un buen punto», aseguró este miércoles la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany. «Todavía hay ascuas, pero estamos convencidos de que podremos apagarlas».
DESESCALADA A DOS VELOCIDADES
En Estados Unidos, el proceso de desescalada se ha desarrollado a dos velocidades: el ritmo acelerado promovido en los estados gobernados por el Partido Republicano -al que pertenece el presidente Donald Trump-, o el más cauto que han favorecido casi todos los territorios liderados por la oposición demócrata.
Dos de los estados que registraron un récord de contagios este martes, Nevada (379 nuevos casos) y Oregón (278), están gobernados por demócratas; pero el primero es uno de los pocos territorios progresistas que ha reabierto rápidamente, y su mayor ciudad -Las Vegas- acaba de anunciar una pausa en la reapertura de negocios.
En Oregón, las autoridades han atribuido la cifra a un brote en una iglesia que ya ha infectado a más de 200 personas, y la oficina de la gobernadora, Kate Brown, no descartó este martes cambiar su estrategia de desescalada.
En cambio, replantear los planes no es una opción para los líderes de Florida, Texas y Arizona, tres estados en manos republicanas que han optado por la desescalada rápida y que este martes registraron récords de 2.783, 2.622 y 2.392 nuevos contagios, respectivamente.
FLORIDA «NO ECHARÁ MARCHA ATRÁS»
En Florida, la tendencia al alza continuó este miércoles con otros 2.610 nuevos contagios, pero el gobernador, Ron DeSantis, dejó claro el martes que el estado «no echará marcha atrás» en el proceso de reapertura económica, una postura criticada por la oposición.
«Está reabriendo Florida de manera imprudente, a pesar de que los datos están gritando ‘Precaución'», opinó este miércoles la demócrata Nikki Fried, comisionada de Agricultura de Florida.
DeSantis insiste en que el ascenso de los casos entra dentro de lo esperado por el aumento del número de pruebas diagnósticas, como defienden también los líderes de Texas y Arizona.
AUGE EN LA CIFRA DE HOSPITALIZACIONES
No obstante, la cifra de hospitalizaciones también está subiendo en esos estados, y los expertos la consideran un indicador más fiable de que pueden estar aumentando los contagios comunitarios.
En Arizona, que este miércoles registró su segundo día con más casos hasta ahora -un total de 1.827-, el 83 % de las camas en unidades de ciudados intensivos del estado están ocupadas por pacientes de COVID-19 y otras enfermedades.
El gobernador de Arizona, el republicano Doug Ducey, aseguró este martes que el estado seguirá trabajando en el acceso a tests, pero defendió sus planes de reapertura e ignoró las peticiones de más de mil médicos del estado para que convierta en obligatorio el uso de mascarillas.
En Texas, el gobernador Greg Abbott ha pedido no alarmarse por el auge sin precedentes en el número de contagios, e insiste en que el estado está ahora «mejor preparado» para enfrentar el coronavirus que en marzo o abril.
Abbott atribuye parte del aumento a «personas menores de 30 años» que están acudiendo a los bares recién reabiertos, una tendencia que las autoridades sanitarias de Florida también relacionan con el récord en ese estado. En Texas, algunos de esos locales están cerrando por su cuenta debido a brotes de coronavirus.
RÉCORD EN OKLAHOMA POCO ANTES DEL GRAN MITIN DE TRUMP
Mientras, Oklahoma superó este miércoles el récord que había marcado este martes, con 259 nuevos contagios frente a los 228 del día anterior, mientras el estado se prepara para albergar este sábado en Tulsa el primer mitin de Trump desde que comenzó la pandemia.
El gobernador de Oklahoma, el republicano Kevin Stitt, ha defendido rotundamente los planes de Trump, al opinar este lunes: «No podemos dejar que el coronavirus dicte nuestras vidas».
La campaña de reelección de Trump espera llenar al completo un estadio cerrado con capacidad para 19.000 personas, y aunque ha afirmado que ofrecerá mascarillas a los asistentes, no les obligará a ponérselas y sí les hará firmar un documento por el que eximen de responsabilidad al equipo del presidente si caen enfermos.
Después de Oklahoma, Trump planea convocar mítines en Florida, Arizona y Carolina del Norte, tres de los estados con una tendencia al alza en los contagios de COVID-19, que ya ha infectado a 2,1 millones de personas en EE.UU. y matado a más de 117.000. EFE
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.