Francia registró la mayor cantidad de muertes diarias por COVID-19 desde abril, el mismo día en que entró en vigencia un cierre destinado a frenar la propagación del virus.
Otras 545 personas murieron a causa del virus, lo que eleva el total a 36.565, dijo el viernes la agencia de salud pública de Francia en su sitio web. Los casos confirmados aumentaron en 49.215 a 1,33 millones, el segundo mayor aumento, solo por detrás del reportado el 25 de octubre.
El país ha cerrado bares, restaurantes y servicios no esenciales hasta al menos diciembre, al tiempo que permite el funcionamiento de escuelas y la mayoría de las empresas. El presidente Emmanuel Macron dice que el objetivo es proteger la salud pública y evitar otro golpe debilitante para la economía.
El Gobierno planea gastar otros 2.500 millones de euros (US$2.900 millones) en la preparación de hospitales para la enfermedad, que según Macron podría causar que 9.000 pacientes se enfermen gravemente para mediados de noviembre.
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