Los abogados del Departamento de Justicia de Estados Unidos apelaron este martes la decisión de un juez federal que en junio emitió un dictamen contra requerimientos impuestos por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de cara a la reanudación de operaciones de las líneas de cruceros.
Ingresado en el tribunal del Undécimo Distrito de la Corte de Apelaciones, con sede en Atlanta (Georgia), el escrito solicita además una suspensión de la orden decretada por el juez federal Steven Merryday, que iba a entrar en vigor el próximo 18 de julio, mientras avanza la apelación.
El pasado 18 de junio, Merryday señaló que la orden de «navegación condicionada» emitida por los CDC en octubre del año pasado ya no era en tal «amenaza de salud», ni menos al nivel de cuando empezó la pandemia, habida cuenta de las tasas de vacunación, las cifras de casos y la efectividad de las medidas de prevención, entre ellas el uso de máscaras y el distanciamiento social.
En su decisión, Merryday, con tribunal en Tampa (Florida), aludió incluso a la «reapertura exitosa y segura» de negocios como las aerolíneas, eventos deportivos y otros celebrados en lugares de alta capacidad.
«La evidencia indiscutible muestra que las operaciones de cruceros no reguladas exacerbarían la propagación del covid-19», señalaron por su parte los abogados del Departamento de Justicia en la moción presentada hoy.
Destacaron que la orden de navegación condicionada «es una herramienta importante para garantizar que las operaciones de cruceros no exacerben la propagación de variantes peligrosas (COVID-19) durante este punto de inflexión en la pandemia».
Agregaron que la orden de los gubernamentales CDC «no cierra la industria de cruceros, sino que proporciona un marco sensible y flexible para la reapertura, basado en la mejor evidencia científica disponible».
La apelación es resultado de una demanda entablada en abril por el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, y la fiscal general de este estado, Ashley Moody, quienes señalaron que los requerimientos para navegar de los CDC «excedía» la autoridad de esta agencia federal.
DeSantis ha sido muy crítico con la agencia, a la que ha señalado de obstaculizar la reanudación de las operaciones de los cruceros, sector que lleva más de un año paralizado y tiene un peso importante en la economía floridana.
El gobernador incluso ha firmado una ley que prohíbe exigir los llamados «pasaportes de vacunas» en cualquier sector de la economía.
En la moción, los abogados del Departamento de Justicia señalaron que la sugerencia del magistrado Merryday «de que la disponibilidad de vacunas por sí sola es suficiente para mitigar este riesgo se ve socavada» por la citada ley de Florida.
«Los cruceros tienen una ubicación única para propagar covid-19, debido en parte a que los pasajeros y la tripulación están cerca de ellos durante períodos prolongados y escalas en puertos extranjeros que corren el riesgo de introducir nuevas variantes de covid-19 en los Estados Unidos», reiteraron los abogados.
La disputa judicial se desarrolla al mismo tiempo que las principales líneas de cruceros planean zarpar desde puertos de Florida durante este verano, como es el caso de la compañía Royal Caribbean que lo hará este mes de julio y agosto.
Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), que representa al 95 % de las compañías con cruceros oceánicos, entre marzo y septiembre de 2020 esas empresas presentaron pérdidas globales de 77.000 millones de dólares, 23.000 millones en salarios y 518.000 puestos de trabajo.
EFE
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