A un mes de la segunda vuelta electoral en Ecuador, los resultados ponen a Andrés Arauz, candidato de UNES auspiciado por Rafael Correa, y a Guillermo Lasso, político conservador que va por su tercer intento, en la segunda vuelta prevista para 11 de abril. Mientras la autoridad electoral y los jueces aún estudian reclamos del tercer candidato, el líder indígena Yaku Pérez que quedó fuera por apenas 30.000 votos, los dos contrincantes afinan sus estrategias de campaña. Un Lasso más informal dice en esta entrevista con EL PAÍS que está abierto a las propuestas feministas o del colectivo LGTBI. Esa mutación atrae a unos, pero también crea desconfianza en otros.
Por EL PAÍS
Pregunta. En las elecciones de 2017, obtuvo un 28% de apoyo en primera vuelta. En estas, casi queda fuera con un 19,74%. ¿Está satisfecho?
Respuesta. Evidentemente, yo aspiraba a un número más alto, pero pongámoslo en contexto: es la primera vez que se presentan 16 candidatos a la Presidencia. Eso no es usual. De ellos, 15 vieron en mí la oportunidad para conseguir los votos y plantearon una estrategia de campaña de ataque a Guillermo Lasso.
P. Es su tercera candidatura, ¿será la última?
R. Yo mantengo mi optimismo ante la decisión que tomará el pueblo ecuatoriano, ahora que tiene solo dos opciones: una que representa el pasado y otra, que representamos nosotros, de un futuro de respeto a la democracia, a la libertad, a un país de oportunidades y próspero. Por lo tanto, cuando tengamos los resultados, ahí iré, etapa por etapa, respondiendo la pregunta que me acaba de hacer.
P. O sea, si no gana, es tan posible que vuelva a presentarse como que no lo intente más…
R. Bueno, obviamente, esas son las opciones de vida. Lo que le puedo ratificar es que estoy trabajando y no quiero asumir ninguna posición de éxito. Prefiero asumir una posición de humildad y de respeto a la voluntad del pueblo ecuatoriano.
P. ¿Confiará en los resultados que proclame la autoridad electoral, viendo los cuestionamientos a su gestión? Por recordar algunos: el Consejo Nacional Electoral aceptó que Andrés Arauz se presentara a candidato con una cédula de identidad de otra persona, dejó fuera en el último momento al aspirante Álvaro Noboa y, lo último, un juez electoral que debe decidir sobre el recuento de votos que pide Yaku Pérez se reunió en secreto con él.
R. Yo creo que el Consejo Nacional Electoral como institución deja mucho que desear. Y la prueba de su debilidad institucional es aquello que usted ha señalado. El mismo 7 de febrero se apresuraron a dar un conteo rápido parcial que ponía en segundo lugar al candidato Yaku Pérez y, minutos después, rectificaron. Pero ya sembraron la duda. Generaron la inquietud de que podría haber existido un fraude. Actuar de esa manera deja mucho que desear.
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