El presidente de EE.UU., Donald Trump, se burló de la complexión física de un manifestante y ordenó su expulsión de un mitin electoral este jueves en Manchester, Nuevo Hampshire.
«Ese tipo tiene un serio problema de peso. Vete a casa, comienza a hacer ejercicio», le recomendó Trump al sujeto, al que no enfocaron las cámaras. «Sáquenlo de aquí, por favor», añadió el mandatario, que fue interrumpido al momento en que defendía a los agentes fronterizos de los ataques demócratas por la política migratoria.
De acuerdo con el departamento médico de la Casa Blanca, el presidente, de 72 años y 1,90 metros de estatura, pesaba en febrero 110,2 kilos, que se traduce en un índice de masa corporal de 30,4. Cualquier valor por encima de 30 es considerado obesidad.
«Él tiene un problema mayor que yo, tiene un problema mayor que todos nosotros», aseguró Trump mientras el personal de seguridad llegaba a su sección del estadio, y continuó: «Ahora él se va a casa y su madre le dice: ‘¿Qué demonios has hecho?'».
Se reporta que el presidente estadounidense gusta de las hamburguesas de McDonald’s y que su único ejercicio habitual es jugar al golf. Al llegar a la Casa Blanca ordenó instalar en su escritorio del Despacho Oval un botón rojo para que le traigan una Coca Cola cada vez que lo pulse.
Wow. Trump mocks a protester for purportedly being overweight.
"That guy has got a serious weight problem. Go home, get some exercise," he says. pic.twitter.com/Nsk1RxvQMf
— Aaron Rupar (@atrupar) August 16, 2019
