Ingrid Betancourt se fue en contra del presidente colombiano Gustavo Petro cuando está a pocos días de cumplir sus primeros 100 días de mandato.
Por SEMANA
Betancourt dijo que algunas iniciativas han pasado por prácticas “clientelistas”, que el presidente Gustavo Petro no le conviene al país y que mientras da un discurso que cautiva, sus acciones llevan al país a otro rumbo.
Criticó, como víctima de las Farc, que él se haya abierto a la posibilidad de volver a negociar con los guerrilleros y su más reciente acercamiento con Nicolás Maduro.
SEMANA: En ese sentido, ¿no le gusta el acercamiento de Petro con Maduro, por ejemplo?
I. B.: Esto no es una cuestión personal. Celebro como colombiana que tengamos relaciones con Venezuela, porque es el hermano país.
Pero en esa agenda no se ha dicho absolutamente nada sobre cómo se van a restablecer los derechos de los venezolanos que han venido a Colombia a refugiarse.
Hay una promoción del encuentro, pero no hay nada de derechos humanos. Hay grandes interrogantes: ¿cómo se van a manejar las disidencias de las Farc, por ejemplo, que están escondidas en territorio venezolano?; ¿cómo se va a manejar el contrabando, el tráfico de armas, la minería ilegal, el contrabando de gasolina? Es un Gobierno que hace mucho show, es muy de escenarios, y detrás de eso, cuando uno va a mirar efectivamente qué le conviene al país y qué se está haciendo por Colombia, uno ve grandes vacíos.
SEMANA: ¿El gobierno de Petro representa un retroceso para el país?
I. B.: Sí, creo que es un retroceso en la práctica con un discurso de avanzada. Uno lo ve en cosas muy puntuales. Petro se va a la COP27 y tiene un juicio de la manera cómo estamos produciendo en el mundo y en eso tiene toda la razón. Es decir, no podemos seguir consumiendo de la forma como lo estamos haciendo, tenemos que incentivar las energías renovables, hacer un gran cambio al nivel del consumo y de la movilidad.
Ese es un discurso en el que lo respaldamos 100 %. Pero detrás de ese discurso viene una política internacional de alianzas con países que se convierten en los principales soportes del gobierno de Petro: Rusia, Irán y Venezuela, países con los cuales la Cancillería ha hecho una política muy agresiva de acercamiento. Son regímenes dictatoriales.
Hay una lógica en las relaciones internacionales que hace que sean decisiones que se pagan muy caro, pero más aún, ¿cuál es la racionalidad de tener ese discurso ante la COP27 y saber que sus aliados internacionales son los que están violando todos los acuerdo? Todos son productores de petróleo y de gas, no tienen ningún incentivo, han utilizado estos recursos para establecer regímenes antidemocráticos, de abuso a la población, son violadores de derechos humanos, etcétera. Uno tiene que ser coherente en toda la línea. Usted sabe que la mujer del César no tiene que ser recatada, sino tiene que parecerlo.
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