Hace algunos meses, el régimen de Maduro acusaba al gobierno colombiano de incentivar el contrabando de extracción para dejar sin combustible a Venezuela en un intento por «desestabilizar», pero ahora la situación cambió, pues ese misma práctica está ocurriendo, pero a la inversa.
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La Policía de Colombia ha tomado las estaciones de servicio en Cúcuta para controlar la venta de carburante en un intento por evitar que el hidrocarburo llegue al mercado negro en Venezuela.
El operativo y la alta demanda en la frontera han generado largas colas en las bombas colombianas.
Se registran colas de usuarios que esperan para surtir sus vehículos de gasolina.
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— Frontera Viva (@fronteravivanew) September 18, 2020