En medio de los rumores por la falta de presentaciones públicas de Jack Ma en los últimos dos meses, su empresa Alibaba perdió un 3% de su valor el lunes, según Business Insider. En Twitter se multiplicaban las especulaciones, pero como la red social está bloqueada en China, eso no se reflejó en las plataformas locales equivalentes, como Weibo, sometidas a la censura cuando se tratan temas sensibles.
“Creo que le dijeron que mantuviera un perfil bajo”, dijo a Reuters Duncan Clark, presidente de la consultora tecnológica BDA China, con sede en Beijing. “Es una situación bastante singular, más vinculada a la enorme escala de Ant y a la regulación financiera”.
Ant Group, parte del conglomerado alrededor de Alibaba, es la fintech más valiosa del mundo. En navidad Pan Gongsheng, del Banco Central de China, inició una investigación contra las firmas de Ma por “prácticas monopólicas” y ordenó que Ant Group redujera sus operaciones: debía “regresar a sus orígenes” de prestador de servicios de pago y “rectificar estrictamente sus actividades financieras ilegales de crédito, seguro y gestión de patrimonio”.
Las autoridades comenzaron a poner presión sobre los negocios de Ma desde que el empresario, uno de los hombres más ricos de China, diera un discurso que las molestó.
Fue el 24 de octubre, días antes de que Ant Group comenzara a cotizar en la bolsa en la que hubiera sido la oferta pública de acciones más grande de la historia —más de USD 35.000 millones, se especuló— que además no se hubiera realizado en Nueva York o Londres. Pero días después, luego de una reunión con reguladores económicos, la firma anunció que su ingreso a la bolsa de valores se suspendía indefinidamente.
En Shanghai, en la Cumbre del Bund, Ma se presentó como “un hombre casi retirado”, que simplemente iba a compartir los puntos de vista de alguien que no era un experto en las finanzas (”algunas de mis perspectivas pueden ser poco profesionales”, dijo) pero que acumulaba “16 años de experiencia práctica” en el asunto. Ant, fundado como Alipay en 2004, tiene más de 1.300 millones de usuarios de su servicio móvil de pagos.
Ma puede exhibir otras credenciales, acaso más notables: como cofundador de Alibaba, comenzó su carrera en 1999 con 20 empleados y llevó al gigante del comercio electrónico a una ganancia de casi USD 72.000 millones en el último año fiscal. Tras dejar la presidencia de Alibaba en 2019, su fortuna personal se calculó en USD 60.000 millones, pero dados los acontecimientos de los últimos meses hoy es de USD 48.200 millones.
En todo caso, advirtiendo que sus ideas podrían ser “inmaduras, inexactas o incluso risibles”, dio su largo discurso ante “la flor y nata del establishment financiero, regulatorio y político de China”, según Reuters, un texto en el que no faltaron las citas del presidente chino, Xi Jinping.
Todo iba bien hasta que en un momento Ma “comenzó a invitar al público a considerar la necesidad de reformar el sistema financiero del país”, como describió Time, y “traspasó un límite”. Según se interpretó, acusó indirectamente a las autoridades de sofocar la innovación. Dijo:
“La naturaleza de las finanzas está en la gestión del crédito. Tenemos que deshacernos de la mentalidad de casa de empeños que hoy está dentro de la industria financiera. Debemos apoyarnos en el desarrollo del sistema de crédito.
Hoy los bancos conservan aun una mentalidad de casa de empeños. Una casa de empeño se centra en garantías y avales, lo cual fue una idea de avanzada en el pasado. Sin innovaciones como las garantías y los avales no existirían las instituciones financieras de hoy y la economía de China no se habría desarrollado en los últimos 40 años al punto en que lo ha hecho.
Sin embargo, existe un límite si sólo nos apoyamos en activos y garantías. Como presidente tanto del Club de Emprendedores de China como de la Asociación General de Emprendedores de Zhejiang, he intercambiado puntos de vista con muchos emprendedores. Y he descubierto que la mentalidad de casa de empeños es un problema grave en China, que ha afectado a un montón de emprendedores”.
Abundó en detalles. Propuso que el sistema de créditos cambiara para basarse en macrodatos. “La práctica antigua de que las personas y las corporaciones busquen el dinero se debe transformar y reemplazar por una nueva práctica en la que sea el dinero el que busca a la gente y las corporaciones de calidad”, dijo. “Big data, computación en la nube, blockchain y otras tecnologías de vanguardia que sostienen este nuevo sistema hoy pueden cargar con enormes responsabilidades”. Tras explicarlo como una responsabilidad con las generaciones del porvenir, argumentó: “No es que no podamos hacerlo hoy. Simplemente elegimos no hacerlo”.
Hubo aplausos. Pero el 2 de noviembre las autoridades convocaron a Ma para hacerle algunas preguntas. El 3 de noviembre le quitaron la autorización para que Ant Financial saliera a la bolsa. A finales de diciembre se ordenó la reestructuración de Ant Group, lo cual afectó severamente su valuación.
Por fin, el 1 de enero Ma no asistió a la final del reality show Africa’s Business Heroes, que él mismo creó. Dado que no hizo apariciones públicas desde el 2 de noviembre, no sonó muy sólida la explicación que una vocera de Alibaba dio a Reuters sobre el reemplazo de Ma por un ejecutivo de Alibaba: “Se debió a una superposición de compromisos”.