El Gobierno japonés se comprometió este miércoles 11 de marzo, a redoblar los esfuerzos para luchar contra COVID-19, en una primera reacción oficial tras la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de calificarlo como una pandemia.
EFE
«No relajaremos nuestra postura y haremos todos los esfuerzos para frenar la extensión del contagio», afirmó el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en declaraciones a los periodistas al ser consultado sobre el anuncio de la OMS.
La organización decidió caracterizar ya la extensión del COVID-19 como un pandemia teniendo en cuenta que ha afectado a más de 118.000 personas en 114 países, con 4.291 fallecidos, según los últimos datos que maneja la OMS.
En Japón se han registrado 1.326 casos, con 22 muertos, incluyendo 706 contagiados y siete fallecidos de entre los pasajeros o tripulantes que estaban a bordo de un crucero que amarró a comienzos de febrero en el puerto de Yokohama.
Abe dijo que la organización mundial adoptó ese paso teniendo en cuenta «que va a seguir la extensión del contagio a nivel mundial», y recordó los esfuerzos que ha hecho su administración para adoptar las medidas requeridas con el fin de luchar contra el COVID-19.
Entre las medidas adoptadas se encuentra la de suspender las clases en los centros escolares e impulsar la cancelación de actos públicos en los que se esperaba una participación masiva de personas.
El primer ministro hizo sus declaraciones cuando cumple 3.000 días al frente del Gobierno, con lo que ha fijado un nuevo récord de permanencia como máximo líder político del país.
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