El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo este jueves que el bloque ha rechazado imponer por ahora un embargo al gas y al petróleo ruso, pero no descarta que el debate se pueda volver a abrir tras la última «agresión» de Rusia.
En una rueda de prensa en la inauguración de la nueva embajada de la Unión Europea en Chile, Borrell recordó que tampoco hubo unanimidad entre los estados miembros en torno a «una decisión económicamente más fácil», como imponer un impuesto a la importación de carburantes rusos.
El también vicepresidente de la Comisión Europea apuntó, sin embargo, que el rechazo inicial al embargo, una medida que tomó Estados Unidos en marzo, «no quiere decir que (este) no se pueda volver a considerar a la vista de los acontecimientos y de cómo se están desarrollando».
La empresa estatal rusa Gazprom anunció el miércoles la interrupción total de sus exportaciones de gas a Polonia y Bulgaria por su negativa a pagar en rublos, una exigencia de Moscú que rechazan la mayoría de los países del bloque europeo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, impuso desde el pasado 1 de abril que los pagos por el suministro de gas ruso deben realizarse en rublos para sostener la moneda local y conseguir que entren divisas a Rusia.
Hasta el momento, el corte de suministro es la reacción más dura que toma Rusia en represalia por las medidas impuestas por Occidente a la congelación de las reservas del Banco Central de Rusia y la desconexión de varios bancos rusos del sistema interbancario internacional SWIFT.
«Todos los estados miembro están unidos en una respuesta solidaria. Lo que le pase a Polonia y Bulgaria le pasa a la Unión Europea en su conjunto», afirmó Borrell, quien se encuentra de visita oficial a Chile hasta el domingo.
«Hay capacidad para sustituir el suministro de gas a estos países a través de suministradores de otras fuentes», insistió.
Sobre la posibilidad de que algunos países europeos se descuelguen y acepten la exigencia de Rusia de pagar en rublos, Borrell aseguró que se seguirán «las directrices de la UE» y que «ningún estado miembro hará nada que implique circunvalar las sanciones».
«Los contratos se cumplirán estrictamente en los términos en los que están previstos, donde se dice que se paga en euros o en dólares, se hará en euros o en dólares. Naturalmente, Rusia hará lo imposible para intentar que esos pagos se hagan en una moneda que nos ponga en dificultad. Forma parte de las reglas del juego», añadió.
La UE tiene una gran dependencia de Rusia, ya que importa el 41 % del gas natural y el 27 % del petróleo que consume de ese país, de acuerdo con la oficina estadística europea Eurostat. EFE
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