Este miércoles, el Parlamento Europeo ha organizado un debate sobre la dramática situación que vive Venezuela. El país sufre una profunda crisis política con enormes consecuencias humanitarias. En las últimas semanas hemos intentado contribuir para ayudar a crear las condiciones mínimas para que puedan celebrarse unas elecciones legislativas libres y justas. Hasta ahora, el gobierno de Maduro se ha negado a posponerlas. Sin embargo, continuaré trabajando por una solución democrática ya que es la única salida a la actual crisis que atraviesa Venezuela.
Por eeas.europa.eu – Josep Borrell
El lento colapso de uno de los países que llegó a situarse entre los más ricos del hemisferio occidental es una de las grandes tragedias de hoy en día. La situación que vive el pueblo venezolano es desesperante, pero toda la región está afectada, con un número aterrador de personas que huyen del país. Detrás de todo esto hay una clase política y una sociedad profundamente fracturadas.
«La situación que vive el pueblo venezolano es desesperante, pero toda la región está afectada, con un número espantoso de personas que huyen del país»
Algunas cifras ilustran perfectamente la dimensión de la tragedia: según los datos de la Comisión Europea, el 95% de la población no tiene acceso regular al agua y el 96% de la población carece de acceso continuo a la electricidad. La escasez de combustible se ha vuelto tan aguda que la larga fila de ciudadanos, a la espera de repostar, se ha convertido en una imagen cotidiana en Caracas, donde se han desplegado fuerzas especiales de la policía en las gasolineras.
Un mayor deterioro de la crítica situación de seguridad alimentaria
Las estrictas medidas de confinamiento debidas al brote de COVID-19 y la falta de combustible han provocado un deterioro adicional de la ya crítica situación en términos de seguridad alimentaria. Según Cáritas, la asistencia a niños desnutridos en sus centros de manutención ha disminuido en más del 50% en los últimos meses. Alrededor de 800 000 niños han abandonado las escuelas.
La situación de los derechos humanos también es dramática, tal y como se refleja en los informes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Precisamente por este motivo, hemos incluido a los funcionarios del régimen venezolano en la lista de sanciones de la UE y seguimos monitoreando la situación en el terreno a través de nuestro trabajo junto con la sociedad civil.
Tras estas múltiples crisis, el PIB venezolano ha disminuido en una cuarta parte desde principios de 2020 y en unas tres cuartas partes desde 2013, mientras que la inflación podría rondar el 500%. Esto último, añadido a la caída por la mitad de las remesas de los emigrantes venezolanos, pronostica una situación catastrófica durante los próximos meses.
«Según una encuesta reciente, el 59% de los venezolanos apoya el diálogo y las negociaciones pacíficas para salir de la crisis. Y eso es exactamente en lo que he estado trabajando.»
Ante este panorama, es absolutamente urgente encontrar una solución política a la crisis. Es cierto que a menudo recurrimos a la misma expresión («necesitamos una solución política») para hacer frente a cualquier crisis en política exterior y que puede sonar a “cliché”. Pero aquí es realmente cierto. Y refleja, de hecho, la opinión del pueblo venezolano. Según una encuesta reciente, el 59% de los entrevistados apoya el diálogo y las negociaciones pacíficas para salir de la crisis. Esto es exactamente en lo que he estado trabajando, con todos los actores relevantes, y en particular con los Estados miembros de la UE, y con nuestros socios latinoamericanos en el marco del Grupo de Contacto Internacional.
La misión de Venezuela ha sido comunicada a todos los Estados Miembros
Durante el debate en el Parlamento Europeo, fue sorprendente que varios diputados, principalmente del PPE y otros partidos de derecha, nos criticaran a mí y al Servicio Exterior Europeo (SEAE) por haber tomado varias iniciativas que pretendían precisamente promover el diálogo y las negociaciones en la búsqueda de una solución democrática. Algunos me acusaban de haber enviado una misión secreta o semiclandestina a Caracas, que de alguna manera habría legitimado el régimen de Maduro.
No deja de ser sorprendente que se llegue a calificar de “secreta” una misión que se había comunicado a todos los Estados Miembros de la UE. Y en cuanto a la supuesta «legitimación» del régimen, ¿alguien puede creer que la participación de la oposición en las elecciones de Bielorrusia fuera una forma de legitimar a Lukashenko? Todo lo contrario, fue la forma de demostrar cómo las elecciones no fueron ni libres, ni justas. En realidad, el debate en el Parlamento Europeo fue propiciado, y alimentado, en gran medida, por las dinámicas de política interna en España.
Dejando al margen la política partidista
Considero que ha llegado el momento de aparcar las luchas partidistas y centrarnos en aquello que, como Alto Representante de la UE, he estado haciendo para contribuir a la solución democrática y política que todo el mundo sabe que es necesaria.
El primer paso para salir de la actual parálisis política en Venezuela es promover un marco creíble de cara a las próximas elecciones legislativas, previstas por el régimen de Maduro el 6 de diciembre. Durante el verano, de acuerdo con el G4 (coalición de los partidos de la oposición liderada por el presidente Juan Guaidó), transmití al régimen los requisitos mínimos definidos por la oposición venezolana para su participación en un proceso electoral legítimo. He estado en contacto, en varias ocasiones, con el gobierno de Maduro y la oposición para dar seguimiento a tal solicitud.
«En el Grupo de Contacto Internacional y en el Consejo de Asuntos Exteriores, los ministros apoyaron el seguir intercediendo ante el gobierno de Maduro para mejorar las condiciones electorales»
Tuve la oportunidad de explicar estas gestiones en la reunión ministerial del Grupo de Contacto Internacional que tuvo lugar el 17 de septiembre y en el Consejo de Asuntos Exteriores el 21 de septiembre. En ambas reuniones, los ministros apoyaron nuestro trabajo y el seguir dialogando con el gobierno de Maduro para mejorar las condiciones electorales y para ello, el aplazamiento de los comicios. Dicho aplazamiento es también un requisito logístico en caso de que decidiéramos enviar una Misión de Observación Electoral ya que se necesitan al menos cinco meses para su debida preparación.
En este contexto, dos funcionarios del Servicio de Acción Exterior Europeo (SEAE) viajaron a Caracas para analizar la situación con todas las partes interesadas; reiterar la posición de la UE según la cual las condiciones electorales actuales no permiten la celebración de unas elecciones justas, democráticas y en pie de igualdad el 6 de diciembre; y afirmar que el envío de la solicitada Misión de Observación Electoral de la UE no es realista con este calendario, ya que se necesitan al menos cinco meses de antelación para prepararla.
Una misión estándar, conforme a la práctica diplomática
Este tipo de misiones es una práctica diplomática estándar. En 2019, ya hubo tres misiones del Grupo de Contacto Internacional con diversos formatos, todas ellas dirigidas por un alto funcionario de la UE. El gobierno noruego también ha enviado varias misiones para tratar de desbloquear la situación, la última durante este verano.
Los funcionarios del SEAE se reunieron, durante cinco días, con más de 70 personas. En primer lugar, con el Presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó. Los representantes del G4 recordaron las cinco condiciones para unas elecciones democráticas y transparentes que me entregaron hace unos meses y pidieron seguir buscando su aceptación por parte del régimen. Los enviados del SEAE también se reunieron con Henrique Capriles, ex candidato presidencial de la oposición, quien instó a la UE a pedir un aplazamiento de las elecciones, manteniendo abiertos todos los canales de comunicación y a aprovechar esta oportunidad para evitar que Venezuela se hunda aún más en el caos político y social.
Una Misión de Observación Electoral de la UE es absolutamente imposible en las condiciones actuales
Igualmente, los enviados del SEAE se reunieron con dos representantes del régimen de Maduro. Respondiendo a su invitación dirigida a la UE para observar las elecciones de diciembre, los funcionarios del SEAE dejaron patente que si Venezuela no decide aplazar las elecciones y utilizar el tiempo adicional para cumplir con los estándares democráticos necesarios, será absolutamente imposible desplegar una Misión de Observación Electoral. Los funcionarios del SEAE no estaban a Caracas para negociar, no ofrecieron nada, sólo transmitieron este importante mensaje.
Además, los enviados del SEAE se reunieron con la Conferencia Episcopal Venezolana, que desempeña un papel clave en apoyo al pueblo venezolano en la actual crisis humanitaria. Los representantes de la Conferencia Episcopal subrayaron que, si los partidos políticos pierden la oportunidad de presentarse a estas elecciones, el régimen ocupará todo el espacio político y el control absoluto de todas las instituciones. Por último, los representantes de la misión se reunieron con interlocutores de la sociedad civil, el mundo académico y el sector privado.
«El mensaje claro de la mayoría de nuestros interlocutores es que la UE es el único actor que goza de la credibilidad necesaria para dialogar con todas las partes involucradas. ¿No es este el objetivo de los que abogan por una UE geopolítica?»
En resumen, los esfuerzos de la UE para crear un espacio de diálogo se vieron ampliamente respaldados en Caracas. Y la mayoría de los interlocutores transmitieron un mensaje claro: la UE es el único actor capaz de dialogar con todas las partes y de poder hacerlo con la suficiente credibilidad. ¿Acaso no es este precisamente el objetivo de todos aquellos que abogamos por una UE geopolítica?
Hubo prácticamente unanimidad en que no puede haber una solución unilateral a la situación de Venezuela y que la única manera de avanzar es a través de un proceso gradual y el diálogo, en lugar de esperar a un acontecimiento catártico. La opinión predominante fue que, aunque un aplazamiento de las elecciones no sería, en sí mismo, la solución al problema de Venezuela, sin duda sería la única manera de mantener la puerta abierta.
«No puede haber una solución unilateral a la situación de Venezuela. La única forma de avanzar es a través de un proceso gradual y el diálogo, en lugar de esperar un solo evento catártico».
Lamentablemente, la reciente declaración del régimen de Maduro, negándose a aplazar las elecciones por motivos constitucionales, sólo servirá para profundizar las divisiones políticas de Venezuela. Claramente, este no es el camino que queremos. Como Unión Europea, seguiremos apoyando todos los esfuerzos para encontrar una salida política, pacífica y democrática que tanto desea, necesita y merece el pueblo de Venezuela.
La crítica a nuestro intento de mediación es un ejemplo de articulación de política irreflexiva. En ocasiones, en política internacional, hay que hablar en voz alta y tratar de imponerse. Sin embargo, la diplomacia consiste principalmente en actuar con discreción y diseñar estrategias a largo plazo. También se trata, como en muchos otros casos, de hablar con aquellos con los que no estamos de acuerdo, precisamente para tratar de alcanzar acuerdos.
«En ocasiones, en política internacional, hay que hablar en voz alta y tratar de imponerse. Sin embargo, la diplomacia consiste principalmente en actuar con discreción y diseñar estrategias a largo plazo.».
Sin embargo, el fracaso de llegar a un tal acuerdo entre el régimen de Maduro y la oposición es una noticia pésima para el pueblo de Venezuela. Los venezolanos merecen todos los esfuerzos que podamos hacer para crear un espacio de diálogo que conduzca a una solución duradera y democrática para hacer frente a las múltiples crisis – política, humanitaria y económica – que azotan a su país.
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