Una crisis de hipertensión y dolor en el pecho y la cabeza fueron los síntomas que motivaron el traslado de Keiko Fujimori a una clínica desde la cárcel.
Tras visitar a su clienta en el centro médico, Giulliana Loza, abogada de Fujimori, explicó que la líder del partido Fuerza Popular fue hospitalizada el sábado por una crisis de hipertensión que sufrió el viernes.
Detalló que Fujimori padece estos síntomas desde hace al menos dos semanas. Los médicos de la prisión solo determinaron hospitalizarla al ver que no presentaba mejorías.
Según el informe de los médicos del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), el pronóstico de Fujimori es reservado.
Aseguraron que requiere una evaluación urgente con exámenes como tomografías y resonancias.
Loza no descartó que el estado de Fujimori se deba a la decisión de la Corte Suprema de mantenerla en prisión preventiva.
Aunque con una reducción del tiempo marcado inicialmente de 36 meses a 18 meses.
«Yo creo que a cualquier persona en esas condiciones tiene un impacto y afectación», consideró Loza.
«Este exceso afecta a su salud»
Aunque tiene un régimen de visitas restringidas, varios allegados acudieron a visitarla a la clínica, entre ellos su marido, Mark Vito, y algunos congresistas de Fuerza Popular.
Vito señaló que el deterioro en la salud de su esposa se debe al «exceso» que está sufriendo con toda la investigación.
Keiko está imputada por presunto lavado de activos en sus campañas electorales a la Presidencia de Perú.
«Lamento mucho que este exceso esté llegando al punto que afecte a su salud», apuntó Vito, de nacionalidad estadounidense.
El marido de Fujimori comentó que su mujer se había negado en los días anteriores a ser trasladada a la clínica para no generar suspicacias.
«Ayer su presión llegó a un punto crítico y le hizo entender y hacer caso a los médicos de que se trata de su salud, y eso es lo primero», relató Vito.
Por su parte, el congresista fujimorista Torres criticó que a Fujimori se le colocaran las esposas durante su traslado a la clínica.