La COVID-19 sigue su camino ascendente en estados como California, Texas, Arizona y Florida, en este último caso con récord de muertes en un solo día, mientras las autoridades apuestan por medidas acotadas a ciertos sectores, aunque las voces de los defensores de imponer una nueva cuarentena se escuchan alto.
En Florida el alivio que produjo saber que los nuevos casos no llegaron esta vez a los 10.000, después de haber registrado el domingo pasado 15.300, una marca absoluta en el país, fue limitado, pues las muertes diarias por COVID-19 sí fueron récord este martes.
Con las 132 muertes, un 10 % más que la anterior marca, y los 9.149 casos nuevos confirmados hoy son 4.409 las personas fallecidas y 291.629 las contagiadas de COVID-19 en Florida desde el 1 de marzo, según cifras oficiales.
VOCES EN FAVOR DE OTRA CUARENTENA
«Vamos a tener que acordar que tenemos que aislarnos por un par de semanas. Al menos un par de semanas. Como no hagamos que esto baje, vamos a tener más y más tragedias», dijo la congresista demócrata por Florida Donna Shalala, que fue secretaria de Salud durante la Presidencia de Barack Obama.
El llamado «estado del sol», donde la prevalencia del nuevo coronavirus fue moderada cuando el epicentro era Nueva York, ha asistido a un veloz crecimiento de los casos desde mediados de junio, más o menos una semana después de la entrada en la fase dos del plan de reapertura económica del gobernador Ron DeSantis.
Hoy es el estado con más casos después de Nueva York y California y Miami-Dade, el epicentro de la COVID-19 en Florida, el cuarto condado con más contagios de todo el país, con 69.803 casos, de ellos 1.175 mortales.
En las últimas 24 horas la cuenta de Miami-Dade se incrementó con 2.090 casos y 32 muertes, mientras la disponibilidad de camas en unidades de cuidados intensivos era de 15,29 %, ligeramente inferior al promedio del estado (16,91 %).
Francis Suárez, alcalde de la ciudad de Miami, dijo hoy a Efe va «tener que tomar decisiones muy difíciles en los próximos días si esto no mejora», en una referencia a la posibilidad de ordenar que todo el mundo se confine en sus casas y los negocios cierren.
Entre tanto, ha solicitado a las autoridades estatales que le autoricen a reconvertir hoteles en centros de aislamiento a los que se llevaría a los contagiados que no estén graves y a personas vulnerables para evitar los contagios en la propia casa.
Más de un 30 % de los enfermos de Miami se contagian en su propia casa y de un familiar, dijo Suárez.
También en Texas, estado que en el mapeo de la Johns Hopkins se ubica en el cuarto puesto de contagios, con 269.778 casos, y que suma 3.235 muertes, hay quien piensa en un cierre.
En unas declaraciones citadas por el diario The New York Times, Mark McClellan, uno de los asesores médicos del gobernador de Texas, Greg Abbott, admitió que existe la «posibilidad real» de que las autoridades en ese estado se vean obligadas a imponer un cierre para contrarrestar la propagación de la enfermedad.
«No creo que tengamos mucho tiempo antes de tener que dar un paso más extremo», afirmó el experto, citado por el diario neoyorquino.
Abbott anunció el lunes que el Departamento de Defensa ha desplazado fuerzas de tareas médicas del Ejército hasta ese estado, que con 28,7 millones de habitantes es el segundo estado más poblado del país, para apoyar en el combate de la COVID-19.
Uno de esos equipos llegó el pasado 6 de julio a la ciudad de San Antonio y otro arribó este lunes para apoyar en la zona de Houston, según la Gobernación de Texas. Más grupos se desplegarán en distintos puntos de ese estado, según sean requeridos.
CALIFORNIA APUESTA POR LA MARCHA ATRÁS
Según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, California se sitúa en el segundo lugar nacional en las cifras de contagios, con 334.921 este martes, solo por debajo del estado de Nueva York, que suma 403.175 contagiados.
Las autoridades californianas han indicado que el promedio de casos nuevos de los últimos 7 días es de 8.211 diarios frente a la media de 7.876 casos por día de la semana anterior.
El repunte ha obligado a las autoridades a ordenar el cierre de bares y negocios no esenciales, mientras que los restaurantes deberán limitar la atención de sus clientes a las terrazas.
También en Arizona las estadísticas de contagio no se detienen. Este martes registró 4.273 nuevos casos, lo que eleva a 128.097 los enfermos por coronavirus desde el inicio de la pandemia.
Las muertes alcanzan las 2.337 personas, con las 92 personas fallecidas en las últimas 24 horas.
El porcentaje de camas disponibles en cuidados intensivos en Arizona se ubica en un 12 %, dos puntos porcentuales más que en las ultimas semanas.
LA COMUNIDAD ALARMADA
Varios grupos que representan a las residencias de ancianos en todo el país enviaron una carta a los gobernadores de los estados más afectados por la pandemia alertándoles sobre «rebrotes inminentes» en estos centros y reclamaron que aumentaran los recursos y el material de protección en estos.
«Instamos a los gobernadores y a los departamentos de salud estatales a controlar de cerca la situación en la población general, condado por condado, para determinar si los centros de atención a largo plazo necesitan recursos adicionales y si las visitas deben detenerse temporalmente», rezaba la misiva. EFE
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