En un acuerdo para ser liberado de una cárcel federal de Miami, un empresario venezolano acusado de robar una fortuna en contratos con gobiernos extranjeros debe asegurar una fianza de $50 millones con propiedades de lujo en el sur de la Florida y una gran suma de dinero de su cuenta bancaria en Suiza.
Naman Wakil, que nació en Siria antes de emigrar a Venezuela y posteriormente establecerse en Miami, fue considerado riesgo de fuga tras su detención a principios de este mes. Sin embargo, los fiscales federales y su abogado defensor acordaron las condiciones de su fianza mientras espera la comparecencia. El viernes, un magistrado aprobó las condiciones de liberación antes del juicio.
Pero hay más pasos para asegurar su enorme fianza personal. Wakil debe completar la transferencia de $21.3 millones de su cuenta bancaria en Suiza al registro del tribunal federal en Miami, mientras que las autoridades federales aplican embargos a más de una docena de propiedades, un avión, un yate y cuentas bancarias locales para cubrir el saldo de la fianza.
Los agentes federales arrestaron a Wakil en un caso de confabulación de corrupción y lavado de dinero, acusándolo de pagar sobornos para obtener cientos de millones de dólares en contratos de alimentos y petróleo del gobierno venezolano y luego desviar parte de los ingresos al mercado inmobiliario de lujo de Miami-Dade. Gracias a conexiones políticas, las empresas de alimentos y petróleo de Wakil consiguieron los contratos gubernamentales entre 2010 y 2017 y él movió los ingresos a través de bancos en Estados Unidos, las Islas Caimán, Panamá y Suiza, según una acusación presentada por el fiscal adjunto Michael Berger.
Entre sus activos que los federales quieren incautar: el condominio de la familia en Residences at Vizcaya en Hiawatha Avenue en Coconut Grove, así como apartamentos en torres de lujo en Brickell Avenue, en el downtown de Miami, y en la Porsche Design Tower en Sunny Isles Beach. El valor total de sus compras es al menos $50 millones, según los documentos judiciales, que es la forma en que las dos partes llegaron a un consenso sobre la envergadura de su fianza.
El abogado defensor de Wakil, Stephen Binhak, declinó hacer declaraciones sobre el acuerdo de fianza o los cargos de confabulación. Wakil, de 59 años y residente legal en Estados Unidos, está detenido en el Centro de Detención Federal de Miami hasta que pague la fianza. Su comparecencia está prevista para el 18 de agosto.
Según los nuevos detalles de una acusación recientemente revelada, Wakil comenzó a realizar pagos de sobornos a funcionarios de la empresa estatal de alimentos de Venezuela, conocida como CASA, para asegurarse contratos de suministro hace más de una década. Los contratos fueron emitidos por el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación.
El primer contrato fue de $30 millones, que fueron depositados en una de las cuentas comerciales de Wakil en las Islas Caimán. A continuación, envió $750,000 a la cuenta bancaria de un funcionario venezolano en el sur de la Florida, según la acusación.
En 2012, Wakil amplió su negocio de suministro de alimentos y consiguió un contrato de $225 millones con el gobierno venezolano. Los pagos del contrato se transfirieron a sus cuentas bancarias corporativas en Suiza. A su vez, transfirió $11 millones a la cuenta bancaria suiza de otro funcionario venezolano, según la acusación.
Al mismo tiempo, Wakil transfirió al menos $50 millones a su cuenta personal en Suiza y luego desvió $20 millones de ese dinero a sus cuentas bancarias en Miami, dice la acusación. Usó ese dinero para comprar 10 apartamentos en Miami, un avión de $3.5 millones y un yate de $1.5 millones.
Unos años más tarde, Wakil diversificó sus negocios cerrando acuerdos de suministro con filiales de la petrolera estatal venezolana PDVSA, dijo el fiscal Berger, quien señaló un rastro de sobornos que se extendía hasta Miami.
Un acuerdo de suministro tuberías sobresale del resto: En 2015, otro funcionario venezolano aprobó el contrato de $11.2 millones con Petropiar, filial de PDVSA. Según la acusación, Wakil obtuvo el contrato por $1.3 millones de China y las vendió por nueve veces más a la filial de PDVSA.
A continuación, Wakil se confabuló con otros para mover el dinero a través de cuentas bancarias en Panamá y el sur de la Florida, y finalmente se reunió con el funcionario venezolano en su oficina de Miami y transfirió la propiedad de un condominio de $300,000 a un pariente cercano del funcionario para su uso, dice la acusación.
Wakil es el más reciente miembro de la clase empresarial con conexiones políticas de Venezuela que ha sido acusado en un tribunal federal de Miami de explotar las relaciones con altos funcionarios de los gobiernos del entonces presidente Hugo Chávez y del actual presidente Nicolás Maduro para enriquecerse mediante contratos gubernamentales inflados, préstamos lucrativos y esquemas de cambio de divisas. La mayor parte de ese dinero ha acabado en cuentas bancarias suizas y en otros países, junto con inversiones en propiedades inmobiliarias en el sur de la Florida.
Wakil, empresario de origen sirio, adquirió cierta notoriedad en 2016 cuando apareció en una serie de McClatchy sobre el escándalo de los Papeles de Panamá, que sacó a la luz empresas ficticias secretas creadas en cuentas bancarias en el extranjero por los ricos clientes de un despacho de abogados panameño, Mossack Fonseca. Las cuentas se crearon para ayudar a los clientes a ocultar dinero, realizar inversiones en el extranjero y evadir impuestos, según la serie de McClatchy.
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