Elon Musk es más rico que nunca. El valor de su fortuna ha superado el máximo que marcó en noviembre de 2021, según los cálculos del índice de multimillonarios de Bloomberg. La subida de Tesla en Bolsa y el aumento de valor de su firma de inteligencia xAI han elevado su riqueza a un récord de 347.800 millones de dólares (unos 334.000 millones de euros). El valor de la fortuna de Musk se ha disparado en unos 90.000 millones desde que el republicano Donald Trump ganó las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
El mercado interpreta que el hombre más rico del mundo se verá favorecido por su cercanía al presidente electo. Trump le ha encargado la tarea de reformar la Administración y eliminar regulaciones. Desde su puesto (que no es oficial y, por tanto, escapa del régimen de incompatibilidades y conflictos de intereses de los funcionarios) Musk puede favorecerse a sí mismo. Tendrá poder sobre los reguladores que considera que están frenando el desarrollo de sus negocios. Podrá dotarse de un marco normativo más favorable en los coches autónomos (Tesla), el lanzamiento de cohetes (SpaceX), la inteligencia artificial (xAI) y los implantes informáticos para el cerebro (Neuralink).
Las acciones de Tesla subieron un 3,8% este viernes y acumulan una revalorización de más del 60% en el último mes. Musk dejó claro en una conferencia con analistas el mes pasado que usaría su influencia sobre Trump para tratar de impulsar una regulación más favorable para el fabricante de coches eléctricos. Desde ese día, las acciones han subido como la espuma, especialmente tras la victoria del republicano en las urnas. Las acciones han subido un 45% desde el 4 de noviembre, un día antes de las elecciones, sumando unos 350.000 millones de dólares en valor de mercado. La empresa ha superado el billón de dólares de capitalización por primera vez desde 2022.
Musk ha pasado gran parte del tiempo junto a Trump desde las elecciones. El multimillonario ha adoptado para sí mismo la etiqueta de “primer colega” o “primer amigo”, en semejanza al título de primera dama. Ha estado opinando sobre las decisiones y nombramientos del presidente electo y le ha acompañado en viajes de trabajo y de ocio. Hasta han estado cantando juntos sobre un escenario. Esta semana, el hombre más rico del mundo hizo de guía del presidente electo en el lanzamiento de un cohete en Brownsville (Texas). La empresa está negociando una colocación privada de acciones que elevaría su valor a más de 250.000 millones de dólares, frente a los 210.000 que sirven de referencia más reciente.
No solo el valor de Tesla y SpaceX se ha disparado. Su firma de inteligencia artificial, xAI, ha llevado a cabo una nueva ronda de financiación en la que ha sido valorada en unos 50.000 millones de dólares, prácticamente el doble que la valoración anterior, de hace solo seis meses. El cálculo de la fortuna de Musk también incluye sus participaciones en Neuralink, en X ―red en la que Trump ha vuelto a ser activo y a la que algunos anunciantes están volviendo para congraciarse con el amigo del futuro presidente―, y en otras compañías.
Musk es ahora más rico que su anterior máximo de 340.400 millones de dólares, establecido en noviembre de 2021, según Bloomberg. Durante el año electoral, la riqueza de Musk ha aumentado en casi 120.000 millones de dólares, el mayor incremento entre todos los multimillonarios. Casi todo se ha producido en el último mes, en el que su fortuna ha aumentado en unos 110.000 millones de dólares. El pasado 23 de octubre, la riqueza del magnate estaba valorada en 237.000 millones. La publicación por parte de Tesla de unos resultados mejores que los esperados, sus mensajes de la conferencia con analistas y la victoria en las urnas de su aliado han hecho que su fortuna aumente en un mes en esos 110.000 millones (el equivalente a la riqueza de Amancio Ortega, fundador y máximo accionista de Inditex).
Con sus 348.000 millones de dólares, el hombre más rico del mundo tiene una ventaja de más de 120.000 millones sobre Jeff Bezos, fundador de Amazon y de Blue Origin, cuya riqueza es de 226.000 millones. El tercero de la lista es ahora Larry Ellison, socio de Musk en varios negocios, con 203.000 millones de dólares. Ha superado a Mark Zuckerberg, principal accionista de Meta, cuta fortuna está valorada en 199.000 millones de dólares.
Al lado de su riqueza, y de los beneficios que el mercado calcula que va a sacar de la presidencia de Trump, los cerca de 200 millones de dólares que ha aportado a la campaña republicana son solo una minucia. El magnate nacido en Sudáfrica fue uno de los protagonistas inesperados de la campaña electoral. En mayo trascendió que Trump contaba con él para su equipo si ganaba las elecciones. Más adelante, en un acto en Nueva York en el que expuso algunas propuestas de su programa económico, el expresidente concretó que le encargaría una reforma “drástica” de la Administración.
Musk participó por primera vez en un mitin junto a Trump a un mes de las elecciones en Butler (Pensilvania), el mismo sitio donde un tirador había herido el candidato al intentar asesinarle. En esa intervención propagó bulos sobre inmigración, libertad de expresión y armas que también venía difundiendo en sus redes. Luego pasó a hacer campaña en solitario, especialmente en Pensilvania, con unos mítines en los que se mezclaba la política con los viajes a Marte, entre el entusiasmo de sus seguidores.
Puso en marcha unos supuestos sorteos de un millón de dólares para votantes registrados que firmasen una petición que desataron polémica. El Departamento de Justicia le advirtió de que podían ser ilegales, pero siguió adelante con ellos. El fiscal de Filadelfia presentó una demanda para pararlos, pero los abogados de Musk reconocieron entonces que en realidad no eran al azar, sino que se elegía a los ganadores. El juez rechazó la petición de suspenderlos.
Después de las elecciones, Musk se instaló en Mar-a-Lago, la mansión de trump en Palm Beach (Florida) y se convirtió en la sombra del presidente electo. Estuvo en la fiesta de celebración de la victoria electoral; al teléfono en la primera llamada de Trump con Volodímir Zelenski; cantando con el tenor Chris Macchio; acompañando a Trump en el avión en que fue a Washington a reunirse con Joe Biden en la Casa Blanca; en la reunión del grupo republicano de la Cámara de Representantes; con Javier Milei y el propio Trump en Mar-a-Lago y, esta semana, enseñándole su cohete al presidente electo.
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