Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos de los mejores científicos de Japón encontraron trabajo en laboratorios de Estados Unidos.
Por BBC MUNDO
Syukuro (Suki) Manabe, un físico de 27 años, fue parte de esta fuga de cerebros. Trabajaba en el pronóstico del tiempo, pero dejó Japón en 1958 para unirse a un nuevo proyecto de investigación del Servicio Meteorológico de Estados Unidos.
El objetivo era desarrollar un modelo numérico que pudiera usarse para estudiar el clima.
Trabajando junto a Joseph Smagorinsky, el visionario primer director del Laboratorio Geofísico de Dinámica de Fluidos, Manabe dirigió un equipo de programadores informáticos para agregar la física faltante a los modelos meteorológicos del laboratorio.
Incluso las mejores computadoras del mundo en ese momento eran mucho menos poderosas que los teléfonos móviles de hoy.
Para que el modelo funcionara, Manabe necesitaba hacer que la física fuera lo más simple posible. Esto significó realizar una serie de aproximaciones de codificación para cuantificar cómo el aire intercambiaba calor y vapor de agua con la tierra, el océano y el hielo.
Este desarrollo de modelo climático, el primero de su tipo, fue un ambicioso proyecto de 20 años que finalmente le valió a Manabe una parte del premio Nobel de física 2021.
El artículo clave llegó a mitad de este período: Manabe y Wetherald (1967).
Modestia
Manabe es típicamente modesto sobre las intenciones detrás de su estudio. Y al leer el título, «Equilibrio térmico de la atmósfera con una distribución dada de humedad relativa», muchos podrían pensar que es hasta un poco aburrido.
Sin embargo, el comité del Nobel, yo mismo y los cientos de colegas de todo el mundo que votaron este trabajo como el estudio ciencia climática más influyente de todos los tiempos, tenemos una opinión muy diferente.
Al tratar de simplificar el código, Manabe y su colega Richard Wetherald querían saber el número mínimo de niveles discretos para usar en su atmósfera modelo.
También querían saber qué gases de efecto invernadero era necesario incluir en el modelo para representar adecuadamente la forma en que las temperaturas varían con la altitud, ya que estos gases absorben el calor emitido desde la superficie de la Tierra, pero en diferentes niveles.
Su modelo climático tridimensional era demasiado complejo para las computadoras de esa época, por lo que fue necesario construir un modelo unidimensional más simple.
Manabe y Whetherald querían simular cómo interactúan la radiación y las nubes para redistribuir el calor y el vapor de agua a través de la atmósfera.
La mayor parte del estudio se ocupa de construir el modelo simple y realizar estas pruebas. Pero también detallan otros dos experimentos para cuantificar cómo los gases de efecto invernadero podrían alterar el clima.
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