Seremos un Gobierno respetuoso de la democracia, de la Constitución actual y haremos un Gobierno con estabilidad financiera y económica”. Con estas palabras, el candidato izquierdista Pedro Castillo se declaraba el miércoles vencedor de las elecciones presidenciales de Perú —con el 98% de las actas escrutadas y una ventaja de apenas 83.667 votos—. Mientras su rival, la derechista Keiko Fujimori, denunciaba fraude en el final de fotografía de las elecciones más polarizadas que se recuerdan en el país andino. La oficina nacional electoral no ha anunciado todavía resultados definitivos.
Aunque Fujimori comenzó el escrutinio de la noche electoral del domingo por delante de Castillo, la ventaja se fue reduciendo paulatina, pero inexorablemente cuando comenzaron a llegar los votos rurales que pusieron al hasta entonces desconocido maestro de escuela al frente del balotaje. Las esperanzas de los fujimoristas están ahora en el voto en el exterior, que es mayoritariamente anti-Castillo, pero no está claro si tendrá peso suficiente como para revertir la tendencia.
“Quiero expresar a nombre del pueblo peruano a las personalidades de diferentes países que hoy en la tarde han venido expresando el saludo al pueblo peruano, el saludo a nuestra persona. Desde ya el saludo y reconocimiento a algunas embajadas y gobiernos de América Latina y de otros países que están haciendo llegar su saludo al pueblo peruano”, dijo el sindicalista y maestro rural, aclamado por sus bases en la sede de su partido en el Paseo Colón, en el centro de Lima.
El aspirante citó un supuesto informe de sus delegados electorales, que no mostró, asegurando que el recuento de la segunda vuelta les daba la victoria y pidió a sus seguidores no caer en provocaciones. “Hay ciertas zancadillas, como la subida del dólar, que para mañana va a subir unos puntos más, el costo del pan, del pollo, de la canasta familiar. Mentira, lo que pasa es que hay cierta incertidumbre que el pueblo ya no las cree y por eso debo decirles que acabo de tener conversaciones con el empresariado nacional donde está mostrando su respaldo al pueblo”, apuntó Castillo.
Unos 18,5 millones de peruanos votaron el domingo para tratar de poner fin a un lustro de inestabilidad política, con cuatro presidentes en cinco años, y poder enfrentar el calamitoso impacto de la pandemia en el país, con la mayor tasa de mortalidad del mundo. Con un margen mínimo y sin mayoría parlamentaria, el ganador final tendrá un panorama difícil cuando se cuelgue la banda presidencial el próximo 28 de julio.
¿Fraude sistemático?
Mientras, Fujimori ya ha denunciado un supuesto «fraude sistemático» en el balotaje. Un grupo de grandes bufetes de abogados ligados a sectores pro-Fujimori, anunciaron que solicitarán la anulación de más de 100.000 votos a favor de Castillo. «Hay una clara intención de boicotear la voluntad popular», afirmó Fujimori, y pidió a los ciudadanos que compartan casos similares en las redes bajo el lema #FraudeEnMesa.
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