El arma con la que intentó matar a Cristina Fernández de Kirchner, una pistola calibre .32, Fernando Sabag Montiel se la habría robado a un amigo. El agresor, que en las próximas será indagado por homicidio agravado en grado de tentativa, no figura como legítimo usuario de armas de fuego en los registros de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC, la exRenar).
Por Gustavo Carabajal / Gabriel Di Nicola / La Nación
Así lo informaron a LA NACION fuentes que participan de la investigación. El peritaje hecho por la División Balística de la Policía Federal Argentina (PFA) determinó que el arma secuestrada era apta para el disparo, pero que no tenía un proyectil en la recámara. Esa definición de “apta para el disparo” es un término usado en los expedientes judiciales, ya que si un peritaje comprueba que un arma no estaba en condiciones de generar un daño, los abogados defensores solicitan atenuar la calificación del hecho. No sería este el caso. Pero debe diferenciarse que “apta para disparo” no es lo mismo que lista para disparar, situación que solo podría haber ocurrido con una bala en la récamara.
Fuentes de la investigación indicaron que Sabag Montiel le habría robado la pistola Bersa calibre .32 a un amigo. Debido a que esa arma tenía el número de serie parcialmente limado, los investigadores presumen que había pasado por varias manos antes de llegar a Sabag Montiel.
“En su base, la pistola tiene numeración parcial 250″, dijo un investigador. A partir del número hallado, los investigadores intentar determinar quién fue el propietario original.
Además, el arma podrá ser sometida a la acción de revenidos químicos con el objetivo de obtener el número de serie completo y que había sido limado parcialmente. La obtención de este número de identificación permitiría a los investigadores policiales y judiciales realizar la trazabilidad del arma.
Sabag Montiel tiene 35 años y nació en Brasil. Su madre, ya fallecida, era argentina. Está detenido en una alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, en Figueroa Alcorta y Cavia, en Palermo.
Hasta su detención vivía en un monoambiente que alquilaba en Villa Zagala, en San Martín. Por orden de la jueza federal María Eugenia Capuchetti, la PFA allanó el inmueble.
En la propiedad, el personal policial que hizo el allanamiento secuestro 100 balas. Se trata de proyectiles nueve milímetros marca Magtech.
“Los proyectiles secuestrados ahora serán peritados. Las 100 balas calibre nueve milímetros estaban en dos cajas”, sostuvo un investigador.
No se podrá buscar la trazabilidad de las balas halladas en el monoambiente del acusado, en San Martín. Debido a que Sabag Montiel no es legítimo usuario de armas, no cuenta con una tarjeta del ANMaC, en la que deben registrarse todas las compras de municiones. La única posibilidad de que se pueda determinar el punto de origen de dichas balas está escondida en el celular del imputado en el intercambio de mensajes que habría mantenido con su proveedor.
Sin embargo, otro elemento importante se incautó en el operativo ordenado por la jueza federal María Eugenia Capuchetti: una notebook marca HP.
En un primer momento, se pensó que Sabag Montiel, de 35 años, vivía en Villa del Parque, donde en la madrugada de este viernes se hizo un allanamiento con resultado negativo en un inmueble de Terrada al 2300.
Poco después, a las 3, una persona se presentó en la comisaría 8a. de San Martín de la policía bonaerense para informar que Sabag Montiel le alquilaba un departamento desde hacía ocho meses y entregó una llave.
“El propietario del inmueble se presentó en la comisaría y dijo al personal policial que reconoció por televisión a la persona que había atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sostuvo que le alquila un monoambiente desde hace ocho meses en la localidad de Villa Zagala”, explicó una fuente del caso.
El testigo también sostuvo ante el personal policial que tiene buen concepto de Sabag Montiel y “que nunca tuvo un inconveniente con su inquilino”. Esta tarde, en diálogo con la prensa, agregó que no vio que Sabag Montiel recibiera invitados en el departamento, salvo a su novia. Y que se acercó a la comisaría tras asesorarse, para evitar tanto que rompieran la puerta en un allanamiento o que él mismo fuera considerado sospechoso.
Además de los 100 proyectiles y la notebook, el personal policial que ingresó en la vivienda encontró un “Certificado Único de Discapacidad (CUD) a nombre del Sabag Montiel, una foto de su DNI, un certificado médico, una constancia de que cumplía funciones esenciales durante la pandemia de Covid-19 y una radiografía dental″, explicaron fuentes policiales.
“No hay registros en la Agencia Nacional de Discapacidad sobre un CUD que haya sido emitido desde Quilmes a nombre del atacante de CFK”, dijeron fuentes de la Municipalidad de Quilmes. Se investigará si el CUD hallado en San Martín es falso.
Sabag Montiel nació el 13 de enero de 1987 en Brasil. Su madre es argentina. “Su último ingreso en la Argentina desde Brasil fue en 2018″, explicó a LA NACION un detective al tanto de la investigación.
Cómo se supo anoche poco después del atentado, Sabag Montiel tenía un antecedente penal de marzo de 2021 que se tramitó en la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas porteña N° 8. El trámite, donde se lo investigó por violar el artículo 90 del Código Contravencional porteño terminó archivado.
Según fuentes judiciales, el 17 de marzo de 2021 a las 19.50 un oficial de la Policía de la Ciudad descubrió que Sabag Montiel llevaba un cuchillo de 35 centímetros de largo que “transportaba en un espacio guarda objetos de la puerta delantera izquierda de su vehículo”.
Todo sucedió cuando el uniformado se acercó a un automóvil que estaba estacionado en San Martín al 2800 y no tenía la exhibida la chapa patente en la parte trasera. Cuando Sabag Montiel sacó la documentación que le pidió el oficial policial, el cuchillo se cayó en el piso.
“No obstante, las circunstancias del caso no revisten, en el marco de la política criminal asumida por esta fiscalía, una entidad tal que amerite su impulso hacia la siguiente etapa del proceso en miras del establecimiento de una pena de carácter contravencional en la medida en que ya el procedimiento policial llevado a cabo ha cumplido en buena medida con los fines del restablecimiento de la vigencia de la norma”, sostuvo el fiscal Maximiliano Vence al archivar la causa, según pudo saber LA NACION de fuentes con acceso al expediente.
Sabag Montiel creció en una familia de delincuentes. Su madre, que falleció en 2017, estuvo detenida por diversos delitos cometidos en Brasil y tanto ella como el padre del atacante de la vicepresidenta fueron expulsados de ese país en 1998. Actualmente, su padre vive en Valparaíso, Chile.
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