La reina Isabel y el príncipe Felipe del Reino Unido celebraron este viernes su 73 aniversario de bodas, una ocasión que no pudieron compartir con su familia debido a que Inglaterra se encuentra actualmente bajo restricciones por coronavirus.
Isabel, de 94 años, y Felipe, de 99, se casaron el 20 de noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster, justo dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial.
“Gracias a todos por sus amables deseos en el 73 Aniversario de Bodas de la Reina y el Duque de Edimburgo”, dijo el Palacio de Buckingham en sus redes sociales.
Para conmemorar la ocasión, el Palacio de Buckingham publicó una fotografía de una monarca sonriente y su esposo mirando una tarjeta hecha por sus bisnietos, los príncipes Jorge y Luis y la princesa Carlota, junto a otras tarjetas y cartas de felicitación.
La foto fue tomada en el Castillo de Windsor, la residencia de la reina en el oeste de Londres, donde la pareja está pasando la cuarentena.
En un guiño a sus primeros días de matrimonio, Isabel llevaba un broche de cristantemo, hecho de zafiros y diamantes, que usó para fotos tomadas en Broadlands, en el sur de Inglaterra, durante la primera parte de su luna de miel.
La pareja se conoció cuando ambos asistieron a la boda de la prima de Felipe, la princesa Marina de Grecia, con el tío de Isabel, el duque de Kent, en 1934.
Felipe llamó la atención de su futura esposa cuando la princesa de entonces 13 años hizo una visita a sus padres en el Royal Naval College de Gran Bretaña en Dartmouth, en el sudoeste de Inglaterra, donde él era cadete.
Si bien los analistas de la realeza dicen que Isabel y Felipe han tenido sus altibajos como cualquier pareja casada, no han tenido las tribulaciones de tres de sus cuatro hijos, cuyos matrimonios han terminado en divorcio, siendo el más renombrado el del príncipe Carlos con su difunta primera esposa, la princesa Diana.
“La principal lección que hemos aprendido es que la tolerancia es el ingrediente esencial de cualquier matrimonio feliz”, dijo Felipe en un discurso en el 50 aniversario de boda en 1997. ”Puede que no sea tan importante cuando las cosas van bien, pero es absolutamente vital cuando las cosas se ponen difíciles. Lo pueden ver en mí. La reina posee la cualidad de la tolerancia en abundancia”, agregó.
La historia del supuesto affaire del duque de Edimburgo con una bailarina que empañó el matrimonio
El matrimonio de la reina Isabell II y el duque de Edimburgo ha perdurado en el tiempo, sin embargo, rumores de infidelidad han empañado la relación. Ingrid Seward, escritora y experta en la realeza británica, analizó en su nuevo libro, My Husband and I: The Inside Story of 70 Years of Royal Marriage (Mi esposo y yo: La historia detrás de 70 años de matrimonio real) la unión de más de siete décadas de la pareja.
En el libro, Seward investigó los rumores de las supuestas relaciones extramatrimoniales del duque, que han persistido durante años. Felipe, ha sido vinculado a distintas mujeres, la más notoria es Pat Kirkwood -en los años 30 y 40-, cuando sus piernas eran consideradas “la octava maravilla del mundo”.
Felipe y Kirkwood -supuestamente- tuvieron varios encuentros, el primero de los cuales ocurrió en 1948, cuando el duque visitó el camarín de la artista después de una sus presentaciones en Londres. La noche habría continuado con una cena y la pareja bailando hasta la madrugada. Isabel, quien todavía era princesa, estaba embarazada de ocho meses del príncipe Carlos. Según Mirror del Reino Unido, Kirkwood negó los rumores de una relación amorosa con el príncipe hasta su muerte, en 2007.
“En mis investigaciones, jamás encontré una respuesta definitiva”, explicó Seward a Fox News, acerca de las supuestas infidelidades. “Hay tantos rumores de los affaires de Felipe, pero todas las mujeres que han sido consideradas sus posibles amantes lo han negado, bueno, la mayoría han fallecido ahora… y él por supuesto que también lo niega”.
En 2012, The Telegraph reportó que el historiador Michael Thornton -escritor de las biografías de la familia real- tenía guardadas las cartas intercambiadas entre el duque y Kirkwood. Él aseguró que estaba prohibido, según el testamento de Kirkwood, mostrar las cartas, “excepto a quien sea designado el biógrafo oficial de Felipe tras su muerte”.
Sin embargo, la publicación aseguró que las cartas no confirman que haya existido una relación inapropiada entre el duque y la bailarina.
Thornton aseguró que Kirkwood se ofendió porque él no emitió un comunicado desmintiendo el romance para así proteger su reputación. Ella -aparentemente- le escribió reprochándole: “Con tu apoyo el tema se habría terminado hace años, y yo no hubiese tenido que luchar sola en un océano lleno de tiburones”.
Felipe le respondió: “Más que empezar un juicio por difamación, no hay absolutamente nada que se pueda hacer. La invasión a la privacidad, los inventos y falsas declaraciones son la pesadilla de nuestras vidas”.
“Normalmente no se espera que una mujer tenga que defender su honor. Es el hombre quien lo tiene que hacer. Yo hubiese tenido una vida más fácil y feliz si el príncipe Felipe, en vez de aparecerse sin invitación en mi camarín, se hubiera regresado a su casa con su esposa embarazada la noche en cuestión”, dijo Kirkwood a un periodista.
El duque también ha sido vinculado a otras actrices, tales como Helene Cordet, Merle Oberon y Anna Massey. La revista People, incluso, reportó sobre las especulaciones de que Felipe no era el padrino, sino el padre, de los dos hijos de Cordet. La mujer aseguró que eran “rumores ridículos” y que el padre de sus hijos es el piloto de aviones de guerra francés, Marcel Boisot.
“Nadie dice nada de estas historias y probablemente tampoco lo harán sino hasta después de que muera la reina”, afirmó Seward. “Nadie va a decir nada, porque cualquier cosa, si efectivamente es cierto, podría lastimarla mucho. Pero hay demasiadas historias. No es algo que se pueda ignorar”.
En 2017, la exitosa serie The Crown, de Netflix, sugirió que Felipe habría tenido una indiscreción con la bailarina rusa Galina Ulanova en 1950. Sin embargo, People puntualizó que no hay ningún tipo de evidencia que corrobore esta información.
“Muchas personas dicen ‘él tiene que haber sido infiel’”, pero no hay elementos que sustenten esas acusaciones”, manifestó el historiador Robert Lacey. “Cuando ves los episodios, entiendes por qué las personas piensan eso. Pero no existen pruebas”.
(Con información de Reuters)
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.