La elección del hartazgo y la frustración desnuda la podredumbre política en Perú. Pedro Castillo, radical de izquierdas, y la populista Keiko Fujimori se disputarán la presidencia.
Todo podía pasar, y pasó posiblemente lo más imprevisible. Puede parecer un lugar común, pero la historia de las últimas décadas ha demostrado que Perú es una caja de sorpresas en asuntos políticos y electorales. Una olla de presión que puede saltar por los aires en cualquier momento, un país rasgado y a veces incomprensible, descifrable quizá solo a través de sus grandes contradicciones y sus dolorosas desigualdades. Las elecciones generales de este domingo, celebradas en plena segunda ola de la pandemia, han vuelto a exhibir esa excepcionalidad peruana.
El recuento oficial no había terminado aún en la noche del lunes, pero a estas alturas ya pocos dudan de que la segunda vuelta de esas presidenciales enfrentará el 6 de junio al radical de izquierdas Pedro Castillo y a Keiko Fujimori, una populista de derechas bien conocida para el electorado peruano, sobre todo por el impacto que genera su apellido. Dos extremos. Si la esperanza era que los comicios trajesen al país estabilidad y calma tras cinco años políticos muy convulsos, la realidad es que estos han abierto un nuevo frente de desasosiego.
Ambos candidatos despiertan miedos viscerales entre los votantes, cada uno por motivos distintos. Ambos, también, habrán llegado al combate final tras varias carambolas inesperadas.
Sobre todo Castillo, un maestro rural de 51 años y con un pasado de aguerrido sindicalista, se ha convertido en un fenómeno electoral por su furibundo despegue en la recta final de la campaña. Prácticamente nadie contaba con él hacía dos semanas, cuando un pelotón de candidatos pugnaba por los primeros lugares en la carrera electoral, en medio de la apatía y el rechazo abierto de los votantes, ninguno con una ventaja lo suficientemente holgada para despuntar. Perú debe ser la pesadilla de toda encuestadora: un país sin partidos políticos asentados y sin afiliaciones partidarias, dividido en regiones que parecen darse la espalda entre sí y con uno de los electorados más volátiles que se recuerde.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.