El gobierno de Australia confirmó anoche la detención de la presentadora de televisión chino-australiana Cheng Lei en Beijing, por cargos aún desconocidos, en un nuevo incidente que tensa aún más las relaciones entre los dos países.
Por Infobae
“Recibimos el 14 de agosto de 2020 la notificación formal por parte de las autoridades chinas sobre su detención”, dijo en un comunicado la ministra australiana de Exteriores, Marise Payne.
La ministra indicó que las autoridades consulares contactaron por vídeo conferencia con Cheng el pasado 27 de agosto y aseguró que el gobierno de Canberra le seguirá brindando asistencia tanto a ella como a su familia.
Las autoridades chinas mantienen detenida a la cronista, quien desde hace ocho años es una presentadora de alto perfil del canal chino en inglés CGNT, en una vivienda vigilada y en un lugar desconocido, lo que les permite aislarla del exterior y someterla a interrogatorios durante seis meses, según la cadena local ABC.
Las autoridades de China no han divulgado información sobre su detención. “No tengo ninguna información específica sobre este caso. Pero ya saben que China es un país que se rige por las leyes, todo aquí se maneja de acuerdo con la ley”, señaló este martes la portavoz jefe de Exteriores, Hua Chunying.
La periodista, que cubría asuntos empresariales, tiene dos hijos pequeños, quienes se encuentran en estos momentos con su familia en la ciudad de Melbourne, agregó la fuente.
Cheng organizó regularmente foros y eventos empresariales australianos en Beijing. Era muy conocida en la comunidad empresarial australiana en China.
Los videos de su programa de negocios en el canal CCTV han sido eliminados de los sitios web de los medios estatales chinos, según Reuters.
Amigos de Cheng dijeron a Reuters que notaron que los videos fueron eliminados hace dos semanas, aproximadamente en el momento de su detención, y se preocuparon cuando no pudieron contactarla. También dijeron que no sabían por qué la detuvieron.
“Cierto grado de escepticismo”
El ex embajador de Australia en China, Geoff Raby, un consultor de negocios, dijo que Cheng era una vieja amiga y periodista experimentada que lo había entrevistado muchas veces para su programa de negocios.
Los reportajes de negocios no suelen considerarse políticamente sensibles en China, dijo, y agregó que estaba asombrado de que hubiera sido detenida.
“Sostuvo un cierto grado de escepticismo hacia algunos medios chinos, pero fue igualmente fuerte al argumentar a favor de China si los informes extranjeros caracterizan erróneamente a China o no se basan en hechos”, dijo Raby a Reuters.
Un comunicado emitido por la familia de Cheng el lunes por la noche dijo que están en estrecho contacto con el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia sobre su caso y “esperan una conclusión satisfactoria y oportuna del asunto”.
La ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Marise Payne, dijo a la radio local el martes por la tarde que el gobierno australiano ha buscado información sobre por qué Cheng fue detenido.
“El proceso dentro del sistema chino no requiere la imposición de cargos en este momento, pero continuaremos buscando información sobre eso”, dijo Payne.
El caso de Cheng sigue al del escritor, académico, bloguero prodemócrata y ex funcionario de Beijing el chino-australiano Yang Hengjun, quien fue detenido en enero de 2019 cuando realizaba una escala en la ciudad china de Cantón.
Yang fue acusado formalmente de espionaje el 23 de agosto del año pasado y se enfrenta a entre tres años de cárcel y la pena de muerte de ser hallado culpable de espionaje en China, país con un sistema judicial opaco.
Tensión creciente entre los dos países
El caso de la periodista pone una vez más a prueba los lazos entre Australia con China, país que cuenta con un largo historial de detenciones de disidentes, algunas de ellas mientras residían en el extranjero, para acusarles más tarde de diferentes delitos. Las relaciones entre los dos países se han tensado aún más desde que Camberra impulsó este año una investigación sobre la COVID-19, que se cree derivó en represalias comerciales, aunque también las recientes leyes contra el espionaje y la interferencia en asuntos domésticos del país oceánico han enardecido a Beijing.
“Quiero subrayar que China concede importancia a sus relaciones con Australia. No obstante, hacen falta esfuerzos de ambas partes para desarrollarlas”, afirmó Hua quien, en una pregunta anterior, aseveró que “Australia es un aliado cercano de Estados Unidos” y que, “desde hace algún tiempo, gente de ese país parece haberse infectado con la paranoia anti-China”.
En ese sentido, el periódico chino Global Times publica hoy un editorial en el que acusa a Australia de “renunciar a actuar de forma independiente al adherirse al alarmismo de Estados Unidos. Es un enfoque equivocado”, advierte. ”En la última década, China se ha confirmado como el mayor socio comercial de Australia. Es un mercado difícil de reemplazar y renunciar a él tendrá consecuencias. Sobre todo porque Washington no acudirá a su rescate”, añade.
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