Las autoridades tailandesas anunciaron este viernes nuevas restricciones, como el cierre de colegios y la limitación a la venta de alcohol, ante una tercera ola de la covid-19 con un récord de 1.500 casos detectados hoy.
El Gobierno, que ya ordenó el cierre de bares en unas 41 provincias la semana pasada, ha extendido la medida a todo el país, así como el cierre de los colegios y locales de masajes, mientras que se prohíben salvo excepciones las reuniones de más de 50 personas, informó el Centro de Administración para la Situación de la Covid-19 (CCSA) en su página web.
Un total de 18 provincias, incluidas Bangkok, Chiang Mai y Phuket, se encuentran dentro de las zonas rojas con mayor riesgo de contagio, por lo que se prohíbe servir alcohol en los restaurantes, que deberán cerrar a las nueve de la noche pero podrán enviar comida a domicilio hasta tres horas después.
En el resto de las provincias los restaurantes pueden abrir hasta las once de la noche.
Las autoridades indicaron que las medidas entran en vigor a partir del sábado y se aplicarán al menos durante dos semanas, mientras que también recomendaron a las empresas que sus trabajadores trabajen desde casa si es posible.
Esta tercera ola coincide con la primera sufrida en el país el año pasado desde marzo, mientras que la segunda tuvo lugar entre diciembre y enero pasados.
Las autoridades han establecido varios centros provisionales y hospitales de campaña en la capital y otras urbes para alojar a los infectados, que en el peor de los escenarios esgrimidos por los expertos podrían llegar a más de 20.000 al día.
Desde el inicio de la pandemia y hasta hoy, Tailandia ha registrado más de 37.400 casos, incluidos 97 fallecidos.
Los expertos médicos incidieron previamente en la idea de que este último brote se pudo expandir entre los clientes de varios bares de una popular zona de ocio nocturno en Bangkok desde finales de marzo.
Según los doctores, muchos de los pacientes estarían infectados con la conocida como variante británica del virus, que se propaga de manera más rápida, y advirtieron de que el actual brote puede tardar meses en remitir.
Tailandia comenzó a vacunar el 28 de febrero con el suero de la empresa china Sinovac, aunque su estrategia depende en mayor medida de la fórmula de AstraZeneca, la mayoría producida en el propio país.
Menos de 600.000 personas, cerca del 0,9 % de los casi 70 millones de habitantes del país, han recibido al menos una dosis de la vacuna hasta ahora. EFE
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