Durante el juicio del siglo, —en el que se sentenció a Joaquín el Chapo Guzmán a cadena perpetua— la fortuna que el capo amasó por los negocios del narcotráfico se convirtió también en el centro de la atención. La fiscalía de Estados Unidos entonces, calculó que el dinero del fundador del Cártel de Sinaloa ascendía a USD 12,600 millones, valor de la droga que él y su organización vendieron en la Unión Americana.
Al igual que el Chapo, varios narcotraficantes juzgados por la Justicia estadounidense habrían visto esfumarse sus fortunas mal habidas.
El documento 1:09-cr-00466-BMC-RLM revelado por la periodista Laura Ley, indica que la fortuna del capo —que hasta el momento es un enigma—fue incautada por las autoridades estadounidenses, de este modo, la pena a cadena perpetua del Chapo, no fue el único triunfo de la Justicia.
Perseguido desde 2001, Guzmán hizo y deshizo a su antojo durante más de 12 años. En 2009 su nombre apareció por primera vez en la lista de billonarios de la revista Forbes, con una fortuna estimada en USD 1,000 millones. Guzmán ocupó el lugar 701. La publicación mantendría al capo en la lista hasta 2012.
En 2014 las autoridades mexicanas lo capturaron en Mazatlán, Sinaloa y tres años después, fue extraditado a Estados Unidos. Parece que más que ganar, los últimos años fueron puro gasto para Guzmán.
Por ser el primer testigo protegido en la causa contra Joaquín el Chapo Guzmán, Vicente Zambada Niebla, alias el Vicentillo, se benefició con una rebaja a su condena.
El Vicentillo, que ocupó una posición única en el Cártel de Sinaloa, hasta el punto de volverse sucesor natural de su padre, Ismael el Mayo Zambada, fue sentenciado a 17 años de prisión por conspirar para distribuir droga en Estados Unidos.
Además de su testimonio contra el Chapo, Zambada cedió al gobierno estadounidense USD 1,373 millones, según se especifica en el expediente 1:09-cr-00383.
El hijo mayor del Mayo Zambada intentó dejar la vida del narcotráfico en un par de ocasiones cuando se mudó a España y Canadá, pero terminó regresando a México por razones de seguridad. Finalmente, en 2009 se acercó a la DEA para dejar el cártel de Sinaloa y colaborar con los estadounidenses. Ese mismo año lo arrestaron en la Ciudad de México y en febrero de 2010 lo extraditaron a EEUU. A finales de 2011 ya estaba colaborando con la fiscalía.
Dámaso López Núñez, el Licenciado, fue la mano que abrió la puerta de la cárcel a Joaquín el Chapo Guzmán, en México, pero al mismo tiempo fue quien se la cerró en Estados Unidos.
En 2001, el Licenciado ingresó de lleno al grupo criminal de Sinaloa, escalando puestos con la bendición de su compadre, el Chapo. Tras la caída de éste, en 2014, López Núñez lideró una facción que se disputaba la corona de la Federación.
Para 2017, un operativo de las fuerzas armadas mexicanas localizó a López junto a su mujer en la colonia Nueva Anzures, posteriormente fue extraditado a EEUU, donde se le sentenció a cadena perpetua, y se le incautaron USD 25 millones, derivado del tráfico de cocaína.
Este año, luego de la detención de Emma Coronel, esposa de Guzmán Loera, Dámaso López obtuvo una reducción de su sentencia.
En 2015, el narcotraficante José Rodrigo Aréchiga Gamboa, conocido como Chino Ántrax, se declaró culpable en EEUU del delito de tráfico de drogas. Al mismo tiempo, el juez Dana Sabraw fijó una fianza de USD 1 millón, que el pistolero del Mayo Zambada debía pagar al gobierno de aquel país.
Pero el proceso continuó y tras colaborar durante años con la fiscalía estadounidense —tiempo en que supuestamente dio nombres, direcciones y formas de operación—, el magistrado lo sentenció a 87 meses de prisión, más cinco años de libertad condicional.
De acuerdo con el documento judicial 3:13-cr-04517-DM, el Chino Ántrax fue puesto en libertad condicional desde el 3 de marzo de 2020, luego de purgar una sentencia de 87 meses en la cárcel de máxima seguridad Metropolitan Correctional Center, de San Diego.
En un hecho sin precedentes, el pistolero escapó del domicilio donde purgaba su condena. En mayo de 2020 fue asesinado en su retorno a Culiacán, Sinaloa.
El Flaco Zambada, hijo menor de Ismael el Mayo Zambada, aceptó todas las condiciones impuestas por el gobierno de EEUU para concluir rápidamente su juicio.
El joven fue capturado el 22 de noviembre de 2013 en el estado fronterizo de Sonora, al intentar cruzar a Estados Unidos. El juez Dana Sabraw ordenó la confiscación de sus bienes: USD 250,000, como parte del proceso judicial en su contra.
En 2020 fue puesto en libertad, tras purgar una sentencia de cinco años de prisión.
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