Los vehículos eléctricos de celda de combustible (FCEV en inglés) combinan hidrógeno y oxígeno para producir electricidad, que hace funcionar el motor. Un FCEV completamente cargado puede viajar alrededor de 650 kilómetros, lo que les da una autonomía mayor que los vehículos eléctricos puros, que generalmente solo se extienden a 150 kilómetros.
Por James Thornhill en Bloomberg
Los vehículos propulsados ??por hidrógeno pronto podrían ser más comunes en las calles de la ciudad más grande de Australia después de que Hyundai Motor Co. llegara a un acuerdo de suministro de combustible de cero emisiones con los productores locales.
Hyundai Australia ha firmado un memorando de entendimiento con Jemena Ltd. y Coregas para producir y suministrar hidrógeno generado a partir de energía solar y eólica al centro de Sydney de la empresa surcoreana desde principios de 2021.
“La falta de infraestructura crítica de reabastecimiento de combustible se cita regularmente como un freno de mano para las ventas de vehículos de hidrógeno”, dijo Frank Tudor, director gerente de Jemena, en un comunicado. El acuerdo “es una oportunidad para demostrar que se puede producir gas hidrógeno generado de manera renovable directamente disponible para los sectores de vehículos y transporte ”, dijo.
Los vehículos eléctricos de pila de combustible combinan hidrógeno y oxígeno para producir electricidad, que hace funcionar el motor. Un FCEV completamente cargado puede viajar alrededor de 650 kilómetros (404 millas), lo que les da un rango mayor que los vehículos eléctricos puros, que generalmente solo se extienden a 150 kilómetros.
La industria mundial de vehículos de hidrógeno se estimó en alrededor de 650 millones de dólares en 2018 y se espera que crezca rápidamente en los próximos años, según Jemena, propiedad conjunta de State Grid of China y Singapore Power. La sala de exposición Macquarie Park de Hyundai en Sydney es actualmente el único sitio de reabastecimiento de hidrógeno en Australia. Otro está en construcción en Canberra, con más planeados para Melbourne y Brisbane.
El gobierno australiano también busca construir una industria de exportación de hidrógeno durante la próxima década aprovechando las ventajas naturales del país de usar energía renovable para fabricar el combustible.
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