Una misteriosa delegación cubana visitó la ciudad venezolana de Punto Fijo la semana pasada, llevando al régimen de Nicolás Maduro a organizar un gran despliegue de seguridad que requirió cientos de hombres, aunque los visitantes no hicieron más que ir de compras, según documentos militares obtenidos por el Nuevo Herald.
Por: Antonio María Delgado | el Nuevo Herald
Expertos dijeron que los preparativos realizados estuvieron a la par de los que normalmente requieren las visitas de dignatarios, al tiempo que las instituciones militares, los organismos de seguridad locales y las entidades gubernamentales de la zona recibieron órdenes especiales que iban desde aumentar el número de ambulancias, soldados y patrullajes disponible hasta limpiar la zona de indeseables.
Lo curioso es que la agenda de los viajeros cubanos era solo ir de compras a tres centros comerciales de Punto Fijo, ciudad costera en el estado occidental de Falcón.
Los preparativos exigieron la participación de cerca de 500 hombres y el uso de recursos estatales sustanciales en un país casi en bancarrota, que no tiene ingresos suficientes para alimentar a su población, opinó desde Miami el teniente José Colina, quien examinó los documentos a solicitud de el Nuevo Herald.
“Esto es totalmente inusual. No porque vaya una delegación, de lo que sea, a un punto se despliega un operativo de estas dimensiones. Tampoco es usual que se emitan órdenes detalladas para garantizar la seguridad y para tratar de prevenir que se fuera a filtrar la información, como hicieron estos señores”, dijo Colina, quien preside la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exterior.
Los documentos llegaron a el Nuevo Herald a través de un oficial de la Guardia Nacional.
El despliegue organizado parece desproporcionado, aunque desde hace años se considera que Venezuela es uno de los países más peligrosos del mundo, con un índice de homicidios de 81 por cada 100,000 habitantes, que supera ampliamente al de otros países de la región con graves problemas de delincuencia, como Brasil, México y El Salvador.
Colina dijo que la envergadura del operativo de seguridad podría deberse a la importancia de los integrantes, pero también por el hecho de que podría tratarse de personal del régimen castrista, quienes por lo general son odiados por gran parte de la población venezolana.
Los documentos sí dejan entrever que el objetivo del régimen era que los visitantes estuvieran protegidos de cualquier alteración que afectara la percepción que tengan sobre Venezuela.
El instructivo de siete páginas emitido por el Comando Estratégico Operacional de la zona no identificó a los visitantes, limitándose a indica que eran “hermanos de la República Socialista de Cuba” que estarían de “visita turística y comercial” en la ciudad entre el 7 y el 10 de agosto.
La agenda de actividades contemplaba repetidas visitas el jueves y viernes de la semana pasada al Centro Comercial Las Virtudes y el Centro Comercial Sambil, así como un visita a la zona franca y al casco central de la ciudad, desde el hotel en que se hospedaron.
El instructivo y los diferentes anexos que lo acompañaban tampoco revelaron el número de integrantes de la delegación, pero sí la designación de cerca de un centenar de hombres de distintas unidades de la Guardia Nacional, decenas de tres organizaciones policiales y una cifra no determinada de efectivos para labores antidrogas, para limpiar de drogadictos las zonas a ser visitadas.
De igual manera, el instructivo tiene órdenes a la agencia migratoria y de aduanas para aumentar el personal dentro en el Aeropuerto Internacional Josefa Camejo para acelerar el paso de los visitantes por las instalaciones, donde también tenían previsto recibir la bienvenida de la presidenta de esa terminal aérea.
Las instrucciones también conllevaban la designación de una ambulancia dedicada para atender cualquier emergencia de los visitantes en cada una de las actividades programadas y la escolta de 12 motocicletas durante los traslados.
Además, se previó que los visitantes fueran acompañados por agentes designados como guardaespaldas, además de guías turísticos.
Antes de la visita, los jefes de las unidades debían de realizar en la ciudad y las zonas designadas “acciones de profilaxis social”, como llaman las agencias de seguridad a redadas específicas para limpiar los sectores de elementos delictivos.
La visita no fue reseñada por los medios de comunicación locales.
Con información de Nuevo Herald