El ministerio de Relaciones Exteriores de Chile ha informado este jueves por la noche que las autoridades de Venezuela han solicitado el cese de las funciones de los consulados del país sudamericano en las ciudades de Caracas y Puerto Ordaz, los únicos que se mantenían abiertos. Esta medida profundiza el distanciamiento entre el Gobierno de izquierdas del presidente Gabriel Boric y la Administración chavista encabezada por Nicolás Maduro, que ha derivado en la salida de los embajadores y un congelamiento de las relaciones entre ambos países.
La Cancillería chilena ha emitido un comunicado en el que informa que “el ministerio de Relaciones Exteriores informa que ayer [miércoles] la Cancillería de la República Bolivariana de Venezuela solicitó a los consulados de Chile en Caracas y Puerto Ordaz, el cese de sus servicios consulares, como consecuencia de la suspensión de las relaciones diplomáticas entre ambos países”, ha señalado la cartera encabezada por el ministro Alberto van Klaveren. La autoridad, el país sudamericano ha precisado que con la decisión de sus pares venezolanos se cerrarán las sedes diplomáticas y la atención al público.
El Ejecutivo chileno ha expresado su preocupación por la decisión tomada por la Cancillería de Venezuela, que lidera Iván Gil, la que afectará directamente a los ciudadanos que viajan o residen en ambos países. “El Gobierno de Chile lamenta esta situación, que afecta a miles de connacionales en Venezuela y ciudadanos venezolanos que requieran atención consular, e informa que está evaluando las diversas alternativas disponibles con el fin de garantizar el apoyo necesario para los connacionales residentes en dicho país”, ha declarado.
La decisión de Caracas se produce 11 días después de que el fiscal chileno Héctor Barros, que investiga el secuestro y homicidio del disidente Ronald Ojeda ocurrido en Santiago en febrero de 2024, dijera a radio ADN que, tras una indagatoria de 11 meses, estima “que está detrás de este hecho el gobierno venezolano” y que se contrató al Tren de Aragua para que ejecutara el asesinato. El jefe nacional del Ministerio Público, Ángel Valencia, fue más allá y afirmó que en el caso “hay tres personas que declaran en la investigación, que atribuyen el encargo a autoridades del Gobierno venezolano”, y una de ellas, con identidad reservada, manifestó que “el encargo y el pago habría venido del señor Diosdado Cabello [hoy ministro del Interior], pero ese antecedente debe esclarecerse” en la indagatoria.
El congelamiento de las relaciones diplomáticas entre Caracas y Santiago se arrastra desde las polémicas elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio pasado, en las que Maduro se proclamó como ganador ante el opositor Edmundo González sin mostrar las actas electorales y con indicios de fraude. Boric fue el primer líder internacional en pedir transparencia en el proceso. En respuesta a esta postura, el régimen chavista ordenó el retiro de todo el personal diplomático desde Chile. La medida implicó la expulsión de Caracas de Jaime Gazmuri, el socialista que el presidente de izquierdas había nombrado en mayo de 2023, tras cinco años sin que Chile tuviera un embajador en el país caribeño.
El vínculo diplomático entre Chile y Venezuela ha sido un tema de debate entre los políticos chilenos. El Gobierno de Boric había respaldado la reactivación de los canales consulares con Caracas, los que permanecieron rotos durante la segunda Administración del presidente Sebastián Piñera (2018-2022), de la derecha tradicional. El Ejecutivo de izquierdas defendió su postura debido a la situación migratoria de miles de venezolanos que han arribado a Chile durante los últimos cinco años y la detección de bandas organizadas del crimen organizado como el Tren de Aragua, que opera en Chile a lo menos desde hace tres años. Desde la oposición, en cambio, han exigido el rompimiento completo de las relaciones, en un reclamo que se intensificó tras las cuestionadas elecciones.
La postura de Boric sobre Venezuela ha marcado la diferencia ante el resto de los líderes progresistas de América Latina. El mandatario no ha escondido su rechazo a las acciones cometidas por el chavismo durante los últimos meses. El pasado 10 de enero, mientras Maduro se autoproclamaba como presidente reelecto, Boric cuestionó duramente la detención de la opositora María Corina Machado, que lideró una protesta en Caracas un día antes de la ceremonia de toma de posesión. “Desde la izquierda política les digo que el Gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura”, dijo el chileno.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones, descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale clic a +Unirme.