Más de un millón de personas continúan sin electricidad en Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, días después del paso de la tormenta Beryl, lo que genera cuestionamientos sobre la fortaleza de la infraestructura básica de la ciudad y el riesgo para la vida por las altas temperaturas.
EFE
En el foco de las críticas y los cuestionamientos está la empresa privada de gas y energía CenterPoint Energy, encargada de atender a casi toda la población de Houston.
El gobernador encargado de Texas, Dan Patrick, anunció este jueves en una rueda de prensa que el estado ya está «pidiendo una investigación» a CenterPoint.
Mientras luchan por recuperarse de los estragos de Beryl, que dejó ocho muertos y decenas de casas y edificios destruidos por las lluvias, los habitantes de Houston también tienen que lidiar con la falta de luz en medio un verano en el que se han visto temperaturas de más de 40 grados celcius.
Varias ONG están pidiendo donaciones de «agua, comida y generadores eléctricos» para poder atender las necesidades de los habitantes.
Gwen Jones, directora de Climate Conversation Brazoria County, una organización de justicia ambiental al sureste de Houston, informó en un comunicado que Beryl dejó sin electricidad, sin celulares y con poca comunicación con los funcionarios del Gobierno a los habitantes de su comunidad. «Este huracán fue peor que cualquier cosa que haya visto en mi vida», señaló la activista.
Este jueves, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en inglés) emitió una alerta de calor en la ciudad, reconociendo que la falta de «aire acondicionado» empeorará el riesgo de insolación en la región.
El alcalde de Houston, John Whitmire, criticó directamente a CenterPoint, una empresa que cotiza en bolsa y está en la lista de las 500 compañías más grande del país según la revista Fortune.
«Tienen que hacer un mejor trabajo», dijo el político en una rueda de prensa el miércoles, «vamos a hacer que rindan cuentas».
Entre tanto, Kevin Cole, alcalde de Pearland, uno de los suburbios de Houston que forman parte del área metropolitana, fue un paso más allá y pidió a los legisladores estatales que llamen al director general de CenterPoint a una sesión en el Congreso.
«El liderazgo de la empresa le ha fallado a los clientes de Houston», escribió Cole en su cuenta de Facebook y acusó al consejero delegado de CenterPoint, Jason Wells, de haber tomado decisiones «desastrosas».
Uno de los ejecutivos de la compañía energética, Brad Tutunjian, dio parte de la situación ante el consejo de la ciudad también el miércoles y aseguró que «están haciendo todo lo que pueden» por devolverle la electricidad a la población.
A su vez, señaló que estaban «completamente preparados» para la tormenta pero alegó que las tormentas son «impredecibles».
En un comunicado publicado este jueves, CenterPoint aseguró que espera restaurar los servicios energéticos de 400.000 personas para la tarde del viernes y los de otras 350.000 para el final del domingo.
Beryl «causó importantes daños estructurales» en el área de servicio» de la empresa, incluyendo «en la costa, donde partes del sistema eléctrico deberán ser reconstruidas», explicó la compañía.
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