Miles de islamistas llamaron este domingo a la yihad (guerra santa) contra Israel en una jornada de protestas en Pakistán para mostrar apoyo al pueblo de Palestina por el conflicto entre las fuerzas israelíes y el grupo armado Hamás.
EFE
Las protestas fueron organizadas por las formaciones islamistas Jamaat-e-Islami (JI) y Jamiat Ulama-e-Islam-F (JUI-F) en las ciudades de Islamabad y Quetta, respectivamente, y en ambas los organizadores instaron a emprender la guerra santa contra las fuerzas israelíes.
«Millones de paquistaníes están listos para emprender la yihad por el pueblo de Gaza», dijo el jefe de JI, Siraj ul Haq, en un discurso en la capital paquistaní.
Los manifestantes ondearon las banderas de Palestina y portaron consignas para pedir el cese al fuego en la Franja de Gaza.
«Israel, detén tu terrorismo», agregó Haq, mientras lamentaba «oler la sangre de los mártires» en Gaza a causa de la guerra.
En Quetta, la ciudad más poblada de la provincia de Baluchistán, los líderes del JUI-F mostraron también su apoyo al pueblo palestino y llamaron a sus seguidores a actuar.
«Las mujeres y los niños de Palestina os están llamando, los cadáveres de los palestinos os están llamando», clamó uno de los oradores durante la protesta.
El líder de JI había anunciado que celebraría una «marcha hacia Gaza» frente a la embajada de Estados Unidos en Islamabad, pero la administración negó el permiso para realizar esta protesta, cerca del enclave diplomático, conocida como Zona Roja.
De hecho, varios líderes del JI fueron arrestados la víspera por las autoridades mientras realizaban preparativos para la concentración, desafiando la orden de prohibición.
Israel y Hamás llevan enzarzados en esta guerra desde el ataque del grupo islamista del 7 de octubre contra territorio israelí, que incluyó el lanzamiento de cohetes y la incursión de más de 2.000 milicianos, que torturaron, mataron y secuestraron a pobladores de las aldeas israelíes cercanas al enclave palestino, causando más de 1.400 muertos, 5.000 heridos y 220 rehenes.
Gaza afronta una crisis humanitaria sin precedentes, con 1,4 millones de personas -más de la mitad de su población- desplazadas hacia el sur de la Franja después de que Israel ordenara la evacuación de la mitad septentrional por motivos de seguridad.
Desde entonces, el Ejército israelí ha bombardeado a diario y causado más de 8.000 palestinos muertos, incluidos 3.342 menores de edad, según los datos ofrecidos hoy por el ministerio de Sanidad gazatí.
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