La milicia prodemocrática Fuerza de Defensa Popular mató este domingo a al menos 13 soldados birmanos en un enfrentamiento armado en el estado Kayah, en el este de Birmania (Myanmar), informaron los medios locales.
Según Khit Khit Media, los militares respondieron con ataques aéreos y artillería contra la milicia, formada por civiles contrarios a los militares golpistas, y también contra objetivos civiles en la zona, cercana al estado Shan.
Desde hace varios días se ha intensificado la violencia en Kayah entre las fuerzas de la junta militar que tomó el poder el pasado 1 de febrero y la milicia prodemocrática, apoyada por la guerrilla de la etnia karenni.
Los militares mantienen una estricta censura, al tiempo que persiguen a los periodistas independientes, pero algunos medios locales continúan trabajando en la clandestinidad para informar sobre lo que ocurre en el país.
Desde poco después del golpe militar, los birmanos salen a protestar a diario en muchas ciudades del país en contra la junta militar y para pedir la liberación de los detenidos, incluida la líder civil depuesta, Aung San Suu Kyi.
Además de las protestas pacíficas, huelgas y del movimiento de desobediencia civil, han surgido milicias civiles que han tomado las armas en contra de los militares golpistas liderados por el general Min Aung Hlaing.
Algunos de los combates más sangrientos se están produciendo en la ciudad de Mindat, en el noroeste del país, donde los soldados también han usado bombardeos aéreos y artillería contra una milicia antijunta y objetivos civiles.
El Ejército birmano, que cuenta con más de 300.000 efectivos y armamento moderno suministrado principalmente por China y Rusia, también ha incrementado el conflicto contra varias guerrillas étnicas que han mostrado su apoyo al movimiento prodemocrático, que ha formado su propio Gobierno de Unidad Nacional alternativo.
Al menos 815 personas han perdido la vida tras el golpe a raíz de la brutal represión ejercida por las fuerzas de seguridad contra manifestaciones pacíficas, según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que también contabiliza más de 4.200 detenidos.
El Ejército justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, y que cuentan con el aval de los observadores internacionales.
EFE
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