Estos fenómenos atmosféricos, que se forman con la energía de las aguas cálidas y los vientos, representan un reto para los meteorólogos por su inestabilidad.
Por Ronald Ávila-Claudio / BBC News Mundo
Es necesario seguirlos minuto a minuto a través de radares y satélites para prever su comportamiento, y así prepararse ante cualquier eventualidad que represente un riesgo.
Y uno de los cambios que más sorprende a los expertos es el llamado reemplazo de la pared del ojo del huracán.
Este evento, que suele ocurrir en grandes huracanes de categoría 3, 4 y 5, puede cambiar los efectos de un ciclón una vez toca tierra.
El huracán Milton, que alcanzó el lunes la categoría 5 con vientos sostenidos de 285 km/h, se debilitó el martes al entrar en el ciclo de reemplazo de su ojo.
El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés) informó que, según sus observaciones, «Milton completó un reemplazo de la pared ocular durante la noche».
Según dijo después el NHC, tras el reemplazo de su ojo, Milton volvió a alcanzar el martes por la tarde la categoría 5, con vientos sostenidos de 270 km/h.
Esto ocurrió mientras avanza por las cálidas aguas del Golfo de México hacia la península de Florida, donde se espera que llegue el miércoles por la noche.
La pared del ojo
Lo primero que debes saber es que los huracanes tienen una estructura que se divide en tres partes: el ojo, la pared del ojo y las bandas de lluvia.
En las bandas de lluvia hay nubes y fuertes tronadas que se mueven en espiral, que producen vientos y en ocasiones tornados. Mientras, el ojo es un área de relativa calma, un centro alrededor del que giran las bandas de precipitación.
Y la pared es, precisamente, el área más cercana al ojo. «La pared del ojo consiste en un anillo de altas tormentas eléctricas que producen fuertes lluvias y, por lo general, los vientos más fuertes», explica el NHC sobre esta zona del huracán.
Los cambios en la estructura del ojo o su pared pueden hacer que los vientos de un ciclón sean más fuertes o débiles. «El ojo puede crecer o reducir su tamaño y se pueden formar paredes dobles», señala el NHC.
El reemplazo de la pared y sus efectos
El reemplazo de la pared del ojo suele ocurrir en huracanes de gran intensidad, explicó a BBC Mundo el meteorólogo Ernesto Rodríguez, del Servicio Nacional de Meteorología de EE.UU.
Estos ciclones, que van de categoría 3 a 5 en la escala Saffir-Simpson, tienen vientos sostenidos de más de 178 km/h.
A medida que los huracanes se intensifican, las paredes del ojo se vuelven más estrechas e intensas hasta que alcanzan la fuerza máxima para la energía disponible.
En este punto, puede comenzar a formarse una nueva pared del ojo en el exterior de la pared interna del ojo anterior, cortando el combustible para la pared interna y eventualmente provocando su desaparición.
«Lo que ocurre es que una pared más grande de tormentas eléctricas comienza a rodear y ahogar al núcleo interno que se había formado originalmente. El nuevo anillo de tormentas rodea la pared del ojo más antigua y ésta al final desaparece», explicó Rodríguez.
Cuando los huracanes pasan por este proceso, que generalmente sucede mientras están fortaleciéndose, dejan de ganar fuerza momentáneamente.
«Pasan por unos ciclos en los que el ojo va cambiando de diámetro. El reemplazo del ojo los mantiene [a los huracanes] estables y luego se intensifican otra vez», agregó Rodríguez.
El reemplazo de la pared del ojo puede tardar entre 12 y 18 horas o hasta dos o tres días en completarse, y estos ciclos pueden ocurrir varias veces la vida de un ciclón tropical.
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