El plan de EE.UU. para emplear proyectiles interceptores contra un objetivo que imita un misil balístico intercontinental confirma que Washington comienza a probar su sistema de defensa antimisiles contra Rusia, ha afirmado el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, en una entrevista con el periódico Kommersant.
Este vicecanciller ha señalado que Washington cada vez centra más el tema en «la confrontación con rivales de igual potencial», como Pekín y Moscú.
«Las próximas pruebas de la última modificación del misil SM-3 Block IIA contra un objetivo que equivale a un misil balístico intercontinental se encuentran en el mismo contexto», debido a que un proyectil así «solo está a disposición de unos pocos países», ha destacado Riabkov.
Para este diplomático, la única conclusión posible es que EE.UU. ensaya «para contrarrestar directamente» a Rusia » y crear «capacidades que puedan devaluar las instalaciones de disuasión nuclear rusas».
Finalmente, Riabkov agregó que Moscú «observa con preocupación que EE.UU. mejora sus capacidades de defensa antimisiles de manera consistente, enérgica e intensiva».
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