La región de la Araucanía, en el sur de Chile, vivió una violenta jornada tras el ataque a cinco sedes municipales y el enfrentamiento entre mapuches, policías y grupos civiles “antindígenas”, que agravaron con un componente racial un conflicto de larga data.
Los disturbios comenzaron el sábado durante el toque de queda nocturno vigente en el país desde hace más de cuatro meses por la pandemia y tras la orden de desalojar la sede municipal de Curacautín, tomada desde hace seis días por indígenas mapuches en apoyo a la larga huelga de hambre sostenida por el “machi” (guía espiritual) Celestino Córdova.
Córdova, condenado a 18 años de cárcel por el asesinato de una pareja de ancianos en 2013 tras incendiar su granja, pretende ser llevado a su casa en la ciudad de Temuco, capital de la Araucanía -unos 600 km al sur de Santiago-, para renovar su «rewe» o energía espiritual.
El desalojo provocó enfrentamientos entre indígenas, policías y grupos “antimapuches”, que en las afueras del municipio, con palos en las manos, gritaron “el que no salta es mapuche” y “fuera indios”, para luego golpear a algunos de los nativos desalojados.
Lo ocurrido, sobre todo por la participación de grupos civiles, se conoció rápidamente en otras cuatro municipalidades que estaban ocupadas ilegalmente por indígenas (Traiguén, Victoria, Ercilla y Collipulli), generándose también incidentes. Los edificios de los municipios de Traiguén y Ercilla resultaron incendiados.
Lee la nota completa El Comercio
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.