Panamá acumula este viernes un total de 137.760 casos de la covid-19 y 2.770 muertes por la enfermedad, según con las autoridades sanitarias del país, que reforzaron el control epidemiológico en las zonas afectadas por lluvias asociadas a Eta para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
EFE
El Ministerio de Salud informó que en las últimas horas se agregaron 1.193 nuevos casos del COVID-19, una cifra de cuatro dígitos que no se daba desde el 23 de agosto pasado cuando se reportaron 1.420 contagios.
En las últimas 24 horas se registraron 14 muertes por la enfermedad que causa el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Hospitalizados hay a la fecha 718 pacientes, 590 de ellos en sala general y 128 en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), y 115.990 que se han recuperado de la enfermedad, precisó la entidad de Salud.
Aisladas en sus casas permanecen con síntomas y cuadros leves 17.764 personas, y otras 518 han sido trasladadas a hoteles que funcionan como hospitales temporalmente.
Panamá, desde que se descubrió el primer contagio el 9 de marzo pasado, lleva aplicados 701.637 test de detección del COVID-19, con un 21 % de positividad global.
Los test por millón de habitantes ascienden a 163.991, con 7.409 en las últimas 24 horas, que arrojan una positividad de 16,1 %.
Las muertes de acuerdo con la edad se concentran invariablemente entre las personas de 60 a 70 años (1.342) y mayores de 80 (697) en el país centroamericano, que tiene una letalidad por COVID-19 de 2,0, que se mantiene como de las más bajas en la región.
El reporte del Ministerio señala que las zonas con más incidencia de casos son las provincias de Panamá, donde se encuentra la capital, y la contigua de Panamá Oeste, con 66.314 y 23.851, respectivamente.
La entidad indicó que sigue con la aplicación de pruebas para detectar casos positivos y sus contactos, y también atención médica a las personas afectadas y las no afectadas por el clima y las lluvias asociadas a Eta, que dejan al menos 8 muertos y 68 personas desaparecidas en el país.
Los equipos de salud en la provincia occidental de Chiriquí, donde se dieron deslizamientos, hundimientos en carreteras, severas riadas y colapso de puentes, se trasladaron a las zonas afectadas para brindar atención a las personas y orientarlas sobre la importancia de preservar las medidas de bioseguridad.
El ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, instruyó a las direcciones regionales de la entidad en las provincias afectadas para brindar no solo la atención médica exigida en emergencias, sino además reforzar la vigilancia epidemiológica a fin de evitar una mayor propagación del COVID-19 en estas zonas, de acuerdo con la información oficial.
Panamá registra un comportamiento en sus indicadores pandémicos que le permite hasta ahora mantener una «nueva normalidad» con la reapertura de casi la totalidad de sus actividades económicas desde el 12 de octubre pasado tras siete meses de restricciones y el fin de un programa de reactivación.
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