Los riñones que tienen el tamaño de un puño cerrado y se alojan a ambos de la espalda, no son un órgano más. Integran el selecto top five de los órganos vitales del cuerpo humano que se necesitan para vivir junto al cerebro (puesto 1), corazón (puesto 2), pulmones (puesto 3), hígado (puesto 4) y el par de riñones, que aparecen en el puesto 5.
La condición de esencial para el organismo radica en que los riñones ayudan a filtrar la sangre y a eliminar los desechos del cuerpo.
La pérdida de la función renal normal no muestra señales por muchos años, lo que dificulta identificar trastornos graves. Y es posible perder hasta el 90% de la capacidad renal antes de la aparición de síntomas, según advierte la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN, por sus siglas en inglés). Por eso, uno de los agravantes es la alta cantidad de pacientes que no conocen su diagnóstico, lo que se convierte en un obstáculo para el acceso a un tratamiento temprano y acercar al paciente a la cura y evitar la muerte.
En ese marco, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es considerada una crisis de salud global emergente ya que, según predicen los expertos, para el 2040 será la quinta causa principal de muerte en el mundo.
Infobae accedió en exclusiva a los resultados del nuevo modelo de análisis IMPACT CKD que un grupo de expertos globales realizaron y presentaron en el Congreso Mundial de Nefrología 2024 de la ISN, realizado en Buenos Aires, Argentina, entre el 13 y el 16 de abril.
El estudio IMPACT CKD fue apoyado por el laboratorio anglosueco AstraZeneca y la University College London, entre otras, donde se resalta una creciente crisis de salud global relacionada a la Enfermedad Renal Crónica (ERC), con profundas implicaciones económicas y ambientales.
Los resultados de la investigación reflejaron cuál es el panorama global actual y las consecuencias del crecimiento de la Enfermedad Renal Crónica en el mundo y la región. El estudio IMPACT CKD abarcó ocho países, incluidos Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, España, Alemania, Países Bajos, China, y Australia.
Una de las conclusiones más contundentes mostró que, para la próxima década, la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica crecerá del 11.7% al 16.5% en las poblaciones relevadas. Esta tendencia apunta a un incremento del 59.3% en casos de etapa avanzada de ERC. El documento también planteó dos aspectos claves para mejorar el pronóstico de la enfermedad: el diagnóstico precoz que se ve interrumpido aún ante la odisea diagnóstica de millones de pacientes y el abordaje terapéutico multidisciplinar.
Qué es la Enfermedad Renal Crónica (ERC)
La principal función de los riñones es eliminar desechos y el exceso de agua del organismo, sin embargo esta capacidad puede verse comprometida en los casos de Enfermedad Renal Crónica (ERC), también llamada insuficiencia renal crónica, que se traduce en la pérdida lenta de la función de los riñones.
Carlos Bonanno, médico nefrólogo y presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) describió en Infobae que unas 850 millones de personas en el mundo padecen enfermedad renal crónica y señaló que “las enfermedades renales crónicas integran el grupo de enfermedades no transmisibles (ENT) junto con las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, la hipertensión y las enfermedades pulmonares crónicas, principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo”.
En América Latina, las enfermedades renales son responsables de más de 250.000 de muertes al año, según datos de 2019. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los países más afectados en la región son México, Nicaragua, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Belice y Costa Rica.
Según los datos a los que accedió Infobae, se prevé que la proporción del presupuesto sanitario asignado al tratamiento de la ERC alcance una media del 7,3% y hasta el 25,7% en algunos países.
Hasta el momento no hay cura para los cuadros de ERC, la afección puede evolucionar hasta perderse gran parte de la función renal, un estadio conocido como Enfermedad Renal Terminal (ERT).
“Los riñones pueden dejar de funcionar lentamente durante un período de 10 a 20 años antes de presentarse enfermedad renal terminal”, resalta la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos. Por todo esto, la detección precoz puede ser la respuesta ante el impacto de esta patología.
Cuando se manifiesta la ERT, los riñones ya no pueden realizar sus funciones y que cuando resta del “10 al 15% de la función renal” es necesario comenzar a realizar diálisis. Incluso, aquellos que aguardan por “un trasplante de riñón pueden necesitar diálisis mientras esperan”. En qué consisten estas dos terapias:
- Diálisis: mediante esta terapia se elimina la sal y el agua extra, además de los productos de desecho para que no se acumulen en su cuerpo. Se mantienen niveles seguros de vitaminas y minerales, y colabora en el control de la presión arterial y en la producción de glóbulos rojos. Existen dos métodos: la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. En el primero de los casos, la sangre se filtra mediante un riñón artificial o filtro; mientras que en el segundo se pasa “una solución especial hasta el abdomen a través de un catéter, permanece en el abdomen por un tiempo y luego se retira”.
- Trasplante de riñón: es una cirugía mediante la cual se reemplaza el riñón afectado por uno sano.
Una persona puede vivir con un solo riñón, pero cuando experimenta insuficiencia renal grave, la diálisis puede filtrar la sangre hasta que reciba un trasplante de riñón o su riñón recupere alguna función. Algunas personas necesitan someterse a hemodiálisis a largo plazo.
Para completar el cuadro de deterioro que pueden sufrir los riñones, éstos son muy susceptibles al aumento de la presión arterial, por lo que la hipertensión es el principal factor relacionado con el desarrollo daño renal, otro trastorno importante que acelera el daño en los riñones es la diabetes.
El estudio IMPACT CKD y las secuelas de la enfermedad renal
Durante el evento anual de la Sociedad Internacional de Nefrología, que se realiza en Buenos Aires, se revelaron los resultados del nuevo modelo de predicción analítica IMPACT CKD -una investigación respaldada por el University College London y AstraZeneca, entre otras instituciones, al que tuvo acceso en exclusiva Infobae.
El documentó analizó de manera exhaustiva el impacto de las terapias de reemplazo renal, abarcando diálisis y trasplantes, y puso el acento en la importancia de la detección precoz, ya que “la mayoría de las personas que padecen enfermedad la renal crónica no cuenta con un diagnóstico”.
En el estudio se proyectó el impacto de la Enfermedad Renal Crónica en 8 países (Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, España, Alemania, Países Bajos, China y Australia) y se llegó a la conclusión que “Entre 2022 y hasta 2032 la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica variará del 11.7% al 16.5% en la población de ocho países, incluido Brasil, con un aumento de hasta el 59.3% en etapa avanzada”.
Asimismo, los científicos alertaron: “Casi 125 millones de personas en los países que participaron en el estudio sufrirán de ERC avanzada para 2032, lo que representa un aumento del 25% desde 2022″.
Enmarcado en la iniciativa Accelerating Change Together (ACT) para la ERC de AstraZeneca, este estudio tuvo como objetivo mejorar la comprensión y los resultados de la ERC en todo el mundo. “Los detalles del estudio enfatizan una necesidad urgente de intervenciones sostenibles y personalizadas, abordando las consecuencias clínicas y económicas, y un impacto ambiental sustancial y escalante asociado con tratamientos para la ERC en etapa terminal”, advirtieron los expertos en el documento al que accedió Infobae.
Las consecuencias, de acuerdo a lo expresado en el análisis, incluyen el consumo significativo de agua dulce, el uso de combustibles fósiles y las emisiones de carbono. Por lo cual destacaron la importancia de generar “consideraciones integrales en el desarrollo de estrategias holísticas y efectivas para la gestión de la ERC, impulsando el discurso global hacia un enfoque ecológicamente consciente y equitativo para combatir los desafíos multifacéticos de la ERC”.
Salud y ambiente
Los expertos nefrólogos y de otras disciplinas enfatizan en la necesidad de detectar la condición antes del pasaje de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) a Enfermedad Renal Terminal (ERT), ya que un gran grupo desconoce su condición. Situación que se traduce no solo en una posible tensión de los sistemas de salud, sino también es costos económicos y mayor huella de carbono.
“Estamos comprometidos a trabajar con los responsables de las políticas globales para reducir el impacto mundial de la ERC en estadio terminal e impulsar diagnósticos y tratamientos más tempranos para desacelerar o detener el avance de la enfermedad”, indicaron a Infobae fuentes de AstraZeneca.
Con estos datos, y tomando en cuenta la necesidad de aplicar estos tratamientos cuando un paciente tiene ERT, los expertos destacaron la importancia de identificar estos cuadros de forma precoz. “El costo económico de la terapia de reemplazo renal (incluyendo diálisis y trasplantes) se prevé que alcance aproximadamente $186 mil millones de dólares (USD), y se espera que los requisitos de diálisis aumenten entre 75% y 170%, contribuyendo significativamente a la huella de carbono de la atención médica”, alertaron en el documento al que tuvo acceso Infobae.
Los trastornos renales afectan la calidad de vida del paciente, pero también impactan en los sistemas de salud, así como los diagnósticos tardíos o incorrectos afectan la economía de los países y el medio ambiente. Según los datos del estudio presentado en el Congreso Mundial de Nefrología 2024, se prevé que la proporción del presupuesto sanitario asignado al tratamiento de la ERC alcance una media del 7,3% y hasta el 25,7% en algunos países.
Incluso, los investigadores detallaron las proyecciones de impacto ambiental para 2032 en los 8 países que integraron el estudio y señalaron que “las proyecciones de impacto ambiental para 2032 en estos países indican 440 millones de m³ de consumo de agua dulce, 11 mil millones de kg de equivalente de petróleo de uso de combustibles fósiles, y 29 mil millones de kg de CO2 equivalentes de uso de carbono”.
Los expertos buscan acelerar el diagnóstico oportuno de esta condición (ERC) y su tratamiento, y sobre esa senda el laboratorio anglosueco AstraZeneca y la Alianza Global de Pacientes para la Salud Renal (GloPAKH) lanzaron la campaña “Make the Change for Kidney Health” para visibilizar la ERC y enfocarse en estrategias integrales y efectivas de manejo de enfermedades para combatir este creciente desafío de salud.
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