Un tanquero propiedad de Venezuela fue cargado con cerca de 2 millones de barriles de crudo, comenzó su primera salida internacional desde que EEUU impuso sanciones a PDVSA, intentando una modalidad de comercio que podría esquivar los castigos de la administración Trump a la petrolera en manos del régimen ilegal de Nicolás Maduro.
Por Primer Informe
Desde hace unos meses se ha conocido cómo entre Venezuela y Rusia decidieron cambiar de nombre y de bandera al tanquero hoy llamado Máximo Gorki (antes Ayacucho), el cual sale por primera vez a aguas internacionales ondeando la bandera rusa.
PDVSA ha tenido que ofrecer transportar su propio crudo, asumiendo costos de flete en los precios de venta, para ayudar a los clientes que han tenido problemas para contratar embarcaciones debido a las sanciones impuestas a la empresa petrolera venezolana, según rezan documentos a los que tuvo acceso Reuters.
La Casa Blanca incluyó en la lista negra del Departamento del Tesoro a varias empresas y propietarios de embarcaciones y operadores marítimos, advirtiendo de las sanciones a cualquier barco que facilite las exportaciones de crudo del régimen de Maduro.
El buque antes de ser rebautizado con nombre y bandera rusa.
Protección de la carga
Esta es la primera vez que PDVSA despacha crudo a un cliente en una embarcación propiedad del país caribeño, a parte de los envíos a Cuba, su principal aliado, donde también el régimen mantiene a la población en medio de una crisis de combustible y servicio eléctrico.
Desde 2019 hasta principios del 2020, PDVSA desarrolló un plan para rescatar sus embarcaciones Arita y Parnaso de medidas de arresto legal después de pagar deudas que estaban pendientes sobre estas naves, igualmente recibió de regreso cerca de una docena de petroleros que habían sido manejados por Bernhard Schulte Shipmanagement (BSM) de Alemania, según el reporte de Reuters.
PDVSA ha tomado medidas para proteger la carga de una incautación en altamar, como ocurrió con los cuatro buques enviados por Irán a Venezuela cargados de combustible. Para esto la estatal petrolera venezolana firmó dos acuerdos separados con el comprador, uno para vender el crudo y otro como contrato de flete, agregó una fuente a la agencia de noticias. Al armar el negocio de esta forma, el petróleo viene siendo propiedad del cliente desde el momento en el que sale del puerto venezolano, a pesar de que el barco en el que es transportado es propiedad venezolana.
Aunque los datos del tanquero señalan Singapur como destino, una de las fuentes dijo que su puerto final será Fujairah, en los Emiratos Árabes.
Un buque remozado
Una información publicada por Primer Informe a inicios de agosto daba cuenta de los movimientos que realizó PDVSA en su flota mercante para evitar que uno de sus buques sea incautado como parte de una demanda internacional contra Venezuela.
PDVSA cambió el nombre del buque de Ayacucho a Máximo Gorki e izando la bandera rusa en el mismo, perdiendo así su potestad sobre el tanquero, uno de los más nuevos y de mayor capacidad con el que contaba la petrolera venezolana.
Pero detrás de todo el cambio, está el intento del régimen de Maduro de evitar que el barco sea reclamado por la empresa Owens Illinois (ahora O-I Glass), en un demanda que introdujo esa empresa, ante la Justicia de Singapur.
Otro de los cambios que sufrió el buque Ayacucho (ahora Máximo Gorki) está en su propietario. La embarcación que antes era propiedad de PDV Marina, ahora es del Instituto Nacional de Espacios Acuáticos de Venezuela (INEA).
El INEA se convirtió en propietario del Ayacucho el pasado mes de mayo, cuando se realizó el cambio de nombre del tanquero.
Este cambio implica al mismo tiempo un mayor control de militares afectos al régimen chavista sobre la flota de buques mercantes de la PDVSA.
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