La información acerca del avión incautado en la Florida y que llevaba un cargamento de armas a Venezuela sigue emergiendo. Ahora se conocen nuevos detalles sobre los antecedentes de los pilotos venezolanos, hoy detenidos por las autoridades estadounidenses.
Por Primer Informe
Uno de los capturados, Gregori Jerson Méndez Palacio, fue piloto de la Fuerza Aérea venezolana, de acuerdo con información publicada por Univisión. También tendría vínculos cercanos con un alto directivo de una cadena de supermercados de alimentos subsidiados en Venezuela.
Luis Alberto Patiño Linares, quien era el piloto al mando del avión ejecutivo Lear Jet de matrícula venezolana YV-3441, dijo a los agentes federales que las armas las habían comprado a través de Internet en los últimos meses.
En el avión intentaron transportar a Venezuela 82 armas y municiones, incluyendo 18 rifles (incluyendo uno de francotirador) , 58 pistolas y seis carabinas. También encontraron dinero en efectivos
Los pilotos militares venezolanos constituyen una fuente de personal muy solicitada por las organizaciones narcotraficantes asociadas al cartel Maduro – FARC.
Todos las aeronaves y tripulaciones vinculadas con Venezuela son de estricto escrutinio por parte de las autoridades aeronáuticas estadounidenses por esos nexos del país suramericano con el crimen trasnacional.
Niega su vínculo con Saab
Sin embargo, el ex piloto de Alex Saab, el también venezolano Roswell Rosales, aclaró que la aeronave incautada ya no es de su propiedad. La empresa dueña del jet privado habría sido vendida en octubre de 2019 a una persona en Venezuela cuyo nombre no se reveló.
Según Rosales, la transacción incluyó el Lear Jet YV-3441. Rosales mostró a Univisión documentos que reflejan la transacción. “Yo no soy ni dueño ni operador de esa aeronave desde octubre de 2019’’, reiteró.
Rosales explicó que fue jefe de pilotos de Fondo Global de Construcción de Venezuela desde 2012 a 2016 y que dicha empresa era entonces propiedad del empresario colombiano Álvaro Pulido.
Pulido, junto con su socio en el Fondo de Construcción, Alex Saab, son prófugos de la justicia de Estados Unidos por cargos de lavado de dinero producto de la corrupción en Venezuela radicados en la Corte Federal de Miami a mediados del año pasado.
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