La Policía Boliviana inició un proceso contra un integrante de rango bajo que solicitó este martes 9 de junio, a la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, que lo nombre como nuevo ministro de Gobierno (Interior) para que en tres meses emprenda una reforma institucional basada en «valores éticos y morales».
EFE
Leyendo una carta hacia la mandataria interina, el suboficial de Policía Alejandro Miranda pidió su designación «en el cargo como ministro de Gobierno de Bolivia», para realizar una transformación de la entidad con policías «sensibles» y con una «absoluta mentalidad de servicio a la sociedad».
«Sólo pido tres meses de plazo fatal», sentenció el policía, que presta servicios en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de El Alto, la segunda ciudad más poblada de Bolivia y vecina de La Paz.
Miranda advirtió de que su propuesta provocará que muchos de sus camaradas «con sarcasmo» rechacen su petición y que quienes lo hagan son los que «fracasaron», en tanto que los que están en la institución por sus propios méritos asentirán.
El planteamiento de este suboficial se basa en una «transformación» fundamentada en «valores espirituales, valores morales, profesionalización del personal policial».
Poco después del pronunciamiento de Miranda, se manifestó el Comando Nacional de la Policía en una rueda de prensa en La Paz en la que anunció «la investigación de este hecho».
El inspector general de la Policía Boliviana, Claudio Espinoza, señaló que el alto mando no tolerará «ningún tipo de indisciplina» que vaya en contra de la Constitución del país.
La ley fundamental de Bolivia, así como las normas policiales, impiden a sus integrantes la deliberación sobre asuntos políticos, a pesar de que el suboficial dijo ampararse en el artículo constitucional que permite a toda persona «el derecho a la petición», además de invocar la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
No obstante, Espinoza manifestó que será un fiscal policial el encargado de realizar una investigación, ya que a su juicio se debe «establecer la sanción que corresponde con relación al hecho suscitado».
La organización de la Policía en Bolivia se divide entre los oficiales formados de la Academia, de la que emanan los cargos altos, y los policías de base, sector del que procede Miranda.
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